Y las rodillas hicieron crash (Nueva web)

viernes, 22 de mayo de 2009

Clasificación de corredores

Al hilo de unos comentarios en Zapatillas con Velcro, y en un alarde sin precedentes de mi solitaria neurona me puse a pensar (es una forma de hablar, tampoco hay que tomárselo en serio) en los distintos tipos de corredores que existen según su formación (o más bien deformación) profesional o académica.

Así, en una primera aproximación, y siendo consciente que se quedarán muchos en el tintero nos podemos encontrar con la siguiente tipología:
  • El psicólogo.- Sale a correr con la intención de tumbarse en el diván a contar sus sensaciones a su muñeco de peluche, pero inmediatamente regresa pues es incapaz de esperar tanto tiempo sin confesarse y autoanalizarse.
  • El filósofo.- Mientras corre piensa en el sentido de cada zancada que da, si realmente le aproxima o le aleja de su objetivo o si como intuye le conduce siempre al punto de partida, lo que le lleva a cuestionar el objeto real de salir a correr.
  • El filólogo de lenguas clásicas. Se pasa toda la sesión estudiando el origen de las palabras fartlek y mizuno, y como no puede llegar a determinar si sus raices son griegas o latinas decide abandonar y acaba por refugiarse en la biblioteca para releer "La Ilíada", por supuesto en su idioma original.
  • El historiador.- Antes de salir a correr investiga los orígenes reales de esta actividad para darse cuenta que en sus comienzos, estaba íntimamente ligada a las primeras luchas por el poder en el seno del clan, para pasar posteriormente a ser una digna actividad de los nobles románticos y convertirse finalmente en un intento de hacer que la masa popular corra sin ningún sentido hacia ningún lugar, lo que le lleva a la conclusión de quedarse en su casa para escribir un ensayo sobre "la utilidad de las carreras populares como forma de control por parte de las clases dirigentes".
  • El informático.- Planifica hasta el más mínimo detalle cada una de las salidas, la ruta por donde va, el perfil de la misma, el tiempo de paso por cada kilómetro, el peso que debe tener al empezar y cuánto debe perder al terminar, sin embargo 5 minutos antes de salir le mandan a comprar el pan, tiene que esperar 20 minutos por la cola que hay, 20 minutos más porque se les ha acabado y tienen que reponerlo, cuando vuelve se encuentra con un vecino plasta que le entretiene otros 15 minutos para contarle lo que pasó en la última reunión de la comunidad. Cuando finalmente sale, con una hora de retraso, se da cuenta que solo lo quedan 45 minutos para hacer los 8 kilómetros que marcaba su plan, así que se salta el calentamiento y los estiramientos, lo que hace que al poco de empezar se casque y tenga que volver a su casa a ponerse hielo en las maltrechas piernas mientras piensa "para el próximo día tengo que planificarme mejor".
  • El informático veterano.- Tiene un vago recuerdo que una vez corrió varios kilómetros seguidos, aunque tal vez no fuera más que un sueño, por lo que ha planificado una tarea diaria que hace una copia de ese recuerdo en el día actual, así cuando llega por la tarde a casa, después de una jornada de trabajo, se encuentra con el recuerdo reciente de haber corrido también ese día esos kilómetros, por lo que acaba dandose un homenaje con unas cervecitas y una ración de oreja, y todo ello sin sudar por el esfuerzo. ¡Qué gran descubrimiento fue el cron!
  • Matemático por inducción.- es capaz de correr 10, 20, 30 kilómetros o los que sean sin correr realmente ninguno, porque da el primer paso, luego se monta en un coche que le lleva hasta otro punto del recorrido y comprueba que desde ahí puede dar otro paso, lo que demuestra que es capaz de dar todos los pasos necesarios para completar la distancia que sea.
  • Matemático por reducción al absurdo.- cuando va a salir a correr se dice:
    1. supongamos que no puedo correr
    2. si no puedo correr tendré que ir andando
    3. salgo a la calle y llego al paso de cebra
    4. mientras cruzo veo que viene hacia mí un coche sin intención de parar
    5. corro los dos metros que me quedan hasta la acera, pero esto entra en contradicción con la premisa inicial, por tanto queda demostrado que sí puedo correr, de lo que se deduce el siguiente corolario:
      • como acaba de quedar demostrado que sí puedo correr mejor nos quedamos tumbados en el sofá y así no corremos el riesgo de ser atropellado.

5 comentarios:

  1. Jajajaja. Buenísimo. Tenía pensado hacer algo parecido así, pero esto es insuperable. Me encantó.

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  2. Jajajaja, y yo esperando para además felicitarte. Muchas felicidades campeoooooon!!! :) En cuanto la vimos ayer publicada nos pusimos Ana y yo a leerla, ¡que weno! ¿Estás seguro de que tú no trabajas de monologuista? ;) Nos ha gustado mucho Jose Luis!! Un abrazo y tirones fuertes de orejotas!

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  3. Gregorio: No nos impidas disfrutar de tus genialidades y escribe lo que tenías pensado, no dejes que esta burda entrada sea la única que hable sobre este tema, debe ser tu maestría la que ponga los puntos sobre las íes.

    Dani: Muchas gracias por las felicitaciones aunque mis orejas te están mirando con cierto recelo ;)
    Supongo que lo de monologuista lo dirás porque en las pocas ocasiones en que decido lanzarme a hablar, me quedo solo, pero solo solo, en el sentido literal de la palabra, porque nadie es capaz de aguantar lo plasta que puedo llegar a ser, fíjate que en esos momentos también me abandona una de mis dos personalidades :P

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  4. Muy bueno Jose Luis, me has sacado unas risas, ja,ja...no se con cual me quedo..., el último es buenisimo.

    Un saludo
    Quique

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  5. Muy buenos los razonamientos, al menos desde la perspectiva de un informático ;-)

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