Y las rodillas hicieron crash (Nueva web)

domingo, 11 de octubre de 2009

Mudanza

Pues eso que según parece me mudo... bueno, tal vez lo más acertado sería decir que es este blog el que se muda, porque yo, al igual que el jefe de la aldea gala de Asterix, este tipo de actividades las realizo una vez al año, todavía no toca, y además este año al ser impar lo que procede es simplemente darle la vuelta ;)

Llevaba ya algún tiempo con la idea de montar este blog en un dominio propio utilizando, por supuesto, software libre, pero por falta de tiempo lo he ido demorando. Ahora no es que me sobre el tiempo pero al final me he decidido y he migrado todo lo que tengo por aquí en blogger al drupal que he montado, porque lo que tenía muy claro es que utilizaría drupal, ningún otro CMS se me había pasado por la cabeza, y aunque tal vez wordpress esté más orientado a los blogs, mi debilidad por drupal hacía que ni me plantease otras opciones.

De momento creo que tengo migrado todo el texto, a falta de revisarlo. Tengo pendiente llevarme las imágenes y que no tire de las que están alojadas aquí, aunque eso iré haciendo poco a poco.
El nuevo sitio se encuentra en http://trotar.en-getafe.org y como no podía ser de otra manera se sigue llamando Y las rodillas hicieron crash.

martes, 29 de septiembre de 2009

La culpa es de Pedro

Sí, no me gusta nada acusar con el dedo pero creo que ya estoy seguro de quién es el responsable de que no termine de marchar bien y se me atragante cada metro que corro.

La verdad es que me sabe mal, muy mal, porque es un gran amigo desde hace más de 20 años, pero creo que su presencia se está convirtiendo en una pesada carga. Cada vez que corro en su compañía no termino de coger el ritmo deseado, siempre voy más lento, y aunque a veces consigo aumentar algo a medida que pasan los kilómetros no llego a aproximarme al ritmo que me he marcado en mi cabeza.

Yo creo que el problema es que nos pasamos todo el tiempo discutiendo supongo que motivado principalmente por mi incapacidad para entenderle, pero es que habla de unas cosas muy raras, y encima tiene la manía de hacerlo en inglés, cuando sabe perfectamente que no le entiendo.

El caso es que de vez en cuando reconozco algunas palabras sueltas, como cuando me dice que esto es muy monótono y aburrido (Humdrum), y digo yo si le aburre correr que no venga, que yo no le obligo, o cuando me habla de las maravillas del ritmo del calor (Rhythm of the heat) mientras voy chorreando de sudor, pues como no se refiera al ritmo con el que caen las gotas, o cuando le da una neura y me dice que soy un intruso (Intruder), y la verdad es que sí que no soy Bekele, pero tampoco es para denominar intrusismo a lo que hago yo, o el otro día que va y me dice que no hay nubes que está despejado (Cloudless) y miro para arriba y lo veo todo cubierto de nubes, ¿pero tío qué te has fumao? que de lo nublado que está parece de noche, o cuando le da por ir diciendo que va nadando (I go swimming), joer como no nade por el riachuelo de sudor que voy dejando a mis espaldas, y luego encima va y me dice que sufre (I grieve), y yo le respondo que pruebe a correr en lugar de ir colgado de mi oído, que eso sí es sufrir, y el para burlarse de mí me llama bizco, bueno el dice Biko pero es que no pronuncia muy bien la z y yo le respondo que sí, bizco pero de rodillas, pero lo peor fue el otro día que me soltó a bocajarro que llegaba el diluvio (Here come the flood) y yo me puse a correr como un loco para evitar mojarme hasta que me dí cuenta que esa vez sí estaba el cielo sin nubes, y entonces empezó a susurrarme lo de hogar dulce hogar (Home sweet home) así que no tuve más remedio que pararme y volverme a mi casa, porque yo como Felipe II no envié mis naves a luchar contra los elementos y Peter ha resultado ser un "buen elemento".

El próximo día llamaré a Robe o tal vez a Rosendo o a Angus que siempre viene con su amigo Brian, al fin y al cabo ellos no me plantean muchos problemas metafísicos, lo único que suelen hacer es chillarme un poco al oído pero ya estoy acostumbrado y eso hace que acabe corriendo más deprisa, lo que no se es como se lo tomará Peter, espero que no le moleste demasiado porque no me gustaría que se rompiera una amistad de tanto tiempo, por si acaso creo que un día de estos le iré a visitar en la colina de Solsbury (Solsbury Hill) y le diré ven a hablar conmigo (Come talk to me) que no recuerdo (I don't remember) como llegamos a esto, vuelve conmigo a nuestro mundo secreto (Secret world) de trotecillos y susurros.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Missing

No tengo mucho tiempo, y lo que es peor no se si tendré algo de tiempo en el futuro, pero mientras pueda intentaré plasmar aquí los hechos que he vivido durante estos últimos meses, con la esperanza de que sirva de aviso a otros incautos y no caigan en las garras de la O.R.A.

Cuando a mediados de Junio, finalicé con éxito la empresa que me habían encomendado, decidí darme un respiro tomando lo que yo pensaba era un merecido descanso.

Revisando unos folletos que alguien amablemente había introducido por debajo de mi puerta me enteré de la existencia de una comunidad que proporcionaba paz y descanso a gente que estaba en mi misma situación, se trataba de la Orden de los Runnercanos Arrepentidos.

Intrigado, contacté con ellos, pensando que podrían serme de gran utilidad para lograr mi objetivo de mantenerme retirado de los "negocios" durante una parte del verano, y de esa manera acabé en su residencia con la idea de pasar unas tranquilas semanas.

Según pasaban los días notaba que el deseo por correr iba desapareciendo paulatinamente, y que las consignas que recibía por parte de los frailes iban a ser muy beneficiosas para mí; si seguía con ellos no solo me resultaría sencillo no correr durante el verano si no que podría llegar a perder para siempre el deseo de correr.

Empecé a tener alergia a las camisetas técnicas, los dorsales no los podía ni ver, y los pulsómetros me provocaban sarpullidos por todo el cuerpo. Pero yo era feliz, una estúpida sonrisa se había instalado permanentemente en mi rostro.

En cierta ocasión que me permitieron salir a la playa me puse a correr de un extremo a otro sin ningún objetivo, por lo que al volver a la residencia se dieron cuenta que no estaba completamente recuperado de mi mal.

Sin embargo a medida que pasaban los días empecé a ver algunas cosas que me hacían dudar que aquel lugar era el remanso de paz que había imaginado, como aquella vez en que una noche despertamos con el ruido ensordecedor de unas sirenas, mientras se oían por los pasillos los pasos apresurados de los hermanos.
  • ¡Rápido, han ido hacia el ala sur! .- se oía murmurar tras la puerta de la habitación
  • En esa zona está Fray Cansino, se le van a escapar seguro .- respondió una segunda voz alejándose.
  • ¿Son otra vez AA y MF? .- preguntó una tercera voz que parecía correr tras los dos primeros.
  • Esta vez también se les ha unido CM .- respondió la segunda voz cada vez más lejos.

Abrí la puerta y me dirigí silenciosamente hacia el ala sur. Cuando llegué casi me dí de bruces con varios frailes que escoltaban a los 3 que se habían escapado. Solo pude ver la cabeza de uno de ellos, completamente desprovista de pelo, y por los comentarios de los frailes, debía ser el que llamaban CM. Por debajo de las sotanas de los runnercanos se podían ver 3 pares de zapatillas de running que iban tropezandose unas con otras debido sin duda a los empujones que los frailes les iban dando.

Los siguientes días pude enterarme que los tres prófugos eran unos personajes completamente enganchados a la práctica del atletismo de fondo, tras muchos intentos de rehabilitación los habían declarado casos perdidos y procuraban tenerlos encerrados y apartados del resto para no contaminar a nadie, aunque por lo que se pudo comprobar no siempre lo conseguían.

De alguna forma empecé a cuestionar sus métodos, aunque por seguridad me cuidaba mucho de hacer públicas estas reticencias. Al cabo de varias semanas los convencí de que estaba plenamente curado y me permitieron salir organizandome una fiesta en la que todos juntos nos regocijamos con la quema de unas zapatillas Asics y unas mallas cortas del Decathlon.

Sin embargo pude comprobar rapidamente que iban a mantener vigilancia sobre mí para evitar "recaídas".

Al poco de volver a mi casa me presenté en el Hospital donde otro miembro de la Orden, aunque este no llevaba sotana sino la bata blanca de un médico me estuvo mirando y me "condenó" a 2 semanas más de castigo, él utilizó los eufemismos de rehabilitación y de fisioterapia pero yo sabía que se trataba de miembros del gremio de torturadores afectos a la Orden.

Al lunes siguiente comencé esas sesiones de terapia y durante dos largas semanas tuve que aguantar toda clase de vejaciones, como obligarme a pedalear sobre una bicicleta sin ruedas, hacerme levantar las piernas cargadas con pesos, balancearme sobre una tabla en el borde de un precipicio invisible con el convencimiento que en su fondo me aguardaban cocodrilos hambrientos y lo peor de todo las sesiones en las que me conectaban a un aparato y tenía que sufrir continuas descargas eléctricas.

Yo para entonces ya estaba convencido que su intención era no solo apartarme de la actividad de correr, si no también delatar a todos aquellos que como yo estaban contaminados con ese virus, sin embargo aguanté la tortura sin decir absolutamente nada.

Durante todo este tiempo no salí a correr por miedo a que me pudieran pillar, únicamente en el periodo que iba desde que salí del monasterio hasta que comencé la rehabilitación salí un par de días, pero el calor de agosto y algunos sospechosos que me parecía que me vigilaban me hicieron desistir de volver a intentarlo.

El 29 de agosto cuando ya era libre de los torturadores, o eso pensaba yo, lo celebré recorriendo 8 km a un ritmo de 6 min/km y fue entonces cuando entendí las sonrisas de los supuestos fisioterapeutas al despedirme, sin duda me habían introducido algún veneno que me impediría correr, seguro que pensaban que así se me quitarían las ganas pero también fracasaron en esto pues yo sabía que con el tiempo acabaría por expulsar ese veneno.

Aún así estoy convencido que todavía me tienen bajo vigilancia pues en ocasiones me he cruzado con algún personaje que parecía mirarme con disimulo por lo que tendré que seguir atento para evitar que vuelvan a capturarme.

miércoles, 17 de junio de 2009

921

921, solo tres cifras pero que llevaban un significado oculto.
Se trataba del mensaje que me había pasado el grupo especial de Leganés y con el que tenía que averiguar los principales datos para mi próxima misión.

921, algo muy importante se escondía detrás de esos dígitos, y yo lo iba a descubrir con la ayuda de mis conocimientos de numerología que adquirí en el intensivo que hice en "Home Cábala".

En mensajes anteriores ya me habían informado del lugar y el día, por lo que sabía que al día siguiente, 14 de Junio, tenía que estar en Leganés, en el polideportivo que estaba por la zona de El Carrascal, pero me faltaban más datos que sin duda estarían en este último mensaje.

Al multiplicar sucesivamente las 3 cifras hasta llegar a un número de un solo dígito me salió el 8, la hora a la que debía estar en el lugar de encuentro.
El 9 inicial indicaba la hora a la que daría comienzo la operación y el 21 siguiente se refería a que la persecución duraría 21 kilómetros durante los cuales "los malos" intentarían hacer su entrega.
Sumando los 3 dígitos, y nuevamente reduciéndolo mediante sumas sucesivas a un solo dígito me daba 3 que era el número inicial de personas que tendría que vigilar, sin embargo el 21 final del número decía que de las 3, dos de ellas irían juntas y la otra se quedaría sola.
Además el 9 inicial reflejaba también el número de personas (contando malos y buenos) que tendrían un papel, llamemosle estelar, en todo este operativo:
  • los 3 con los que me iba a encontrar
  • otros 2 que apoyarían posteriormente a la que inicialmente quedó sola
  • otros 2 que se unirían durante parte del recorrido
  • un compañero del grupo de Leganés que vigilaría desde una glorieta y yo mismo.

A las 8 llegué convenientemente disfrazado para pasar lo más desapercibido posible. El despliegue de medios del que hacía gala la banda era inmenso, cerca de mil personas uniformadas se concentraban en la zona haciendo más complicada la identificación de los cabecillas.
Al llegar allí ví que algunos capos entregaban un salvoconducto, por lo que me dirigí allí y tras dar mi número clave conseguí mi pasaporte junto a un emisor de señales que debía llevar conmigo en todo momento mientras durara la operación. No le dí ninguna importancia porque no me importaba que me pudieran localizar ya que el objetivo era mantener vigilados a los cabecillas. Tras recogerlo me entregaron también una camiseta que debía ponerme al dar por finalizada la operación, y aunque no me dijeron el motivo supuse inmediatamente que la idea era dificultar la localización de sus líderes en el caso que al final se hiciera la redada.

Un rato después me ví cara a cara con los 3 personajes que debía seguir, se trataba de dos hombres y una mujer que en cierto modo también me reconocieron y acabaron por aceptar el peligroso juego al que todos ibamos a jugar.

Tras contactar con ellos me dí cuenta que quien dirigía todo era Ana, la chica que no participaría directamente en la operación de los 21 kilómetros manteniendose en la sombra con su mochila, que en realidad era un dispositivo de avanzada tecnología con el que coordinaría todo el operativo.
Aunque estaba claro que el cerebro era ella me dí cuenta que si algo ocurría sería alrededor de los otros dos hombres, Rafa, el que llevaba la voz cantante y Dani, mucho más callado y reservado y posiblemente mucho más peligroso.

A las 9 comenzó la operación y ví como la pareja se ponía a trotar al final del grupo de 1000 sicarios que les precedían, por lo que me puse a correr junto a ellos con la intención de no perderles de vista en ningún momento.
Desde el principio me dí cuenta que el papel de Rafa era básicamente el de distración, no hacía más que hablar, con Dani, conmigo, con otros miembros de la banda ya estuvieran corriendo o apartados al lado de la calle, intentando en todo momento distraer mi atención y poder completar la entrega delante de mis narices.
Sin embargo yo me mantuve firme en todo momento, incluso cuando se unieron al grupo otros dos compañeros suyos, que obviamente disimulaban no conocerse pero que se establecía inmediatamente una complicidad que les delataba como algo más que simples extraños.
De esa manera fuimos recorriendo los kilómetros de la operación, dando vueltas y más vueltas cuya única finalidad, deduje, era marearme y hacerme perder la lucidez necesaria para controlarles.
Por supuesto iba registrando en la banda-grabadora que llevaba oculta en mi pecho (disimulada en la banda de un pulsómetro), todo lo que iban diciendo o cantando (como cuando Rafa y otro de los matones se pusieron a cantar un tema de Serrat) pues era muy posible que hubiera algún mensaje oculto que nos diera pistas para detenerles o cuanto menos para truncar sus actos delictivos.

El comportamiento de ellos era claramente muy profesional, y únicamente Rafa perdió los papeles cuando no pudo evitar adelantarse para rendir adoración a sus jefes, postrándose a los pies de Ana y sus dos cuñados que vigilaban todo desde una acera. Yo tomé cuidadosamente nota de la situación, pues esa muestra de sometimiento identificaba por fin a la cúpula de la banda.

Hacia el kilómetro 16 pasamos junto a Quique, mi contacto con el grupo de Leganés, y tal como habiamos pactado le grité una consigna para informarle de como iban las cosas "órdago a pares y juego". Posteriormente cuando le volví a ver al final, me indicó que esa información les había resultado muy valiosa y que estaba seguro que gracias a eso en el futuro obtendrían un gran éxito en la lucha contra esta banda del crimen.

Entre el kilómetro 18 y 19 conseguí uno de los principales objetivos de nuestra contra-operación, Dani dio un trago de la botella con bebida isotónica que le pasé por lo que además del líquido tragó sin darse cuenta unos chips especiales que nos servirían no solo para localizar en cada momento donde se encontraba sino, lo más importante, para analizar su comida y el estado de su aparato digestivo, lo que sin duda nos proporcionaría unos datos importantísimos para el éxito futuro en nuestra lucha contra estos criminales.

Hacia el kilómetro 19, más o menos, Dani empezó a montar un número, tan desesperados estaban con mi presencia que decidieron fingir agotamiento para parar un momento. Yo estaba convencido que intentarían aprovechar ese momento para completar la entrega por lo que hice caso omiso de Rafa cuando intentó por todos los medios que les abandonara "eso es lo que te gustaría, pero me vais a tener pegados a vosotros hasta que terminen los 21" pensé, por lo que me mantuve ligeramente por delante de ellos pero vigilandoles por el rabillo del ojo tal como había aprendido a hacer en el curso de espionaje que hice en CEAC.

En seguida comprendieron que no se iban a librar de mí tan facilmente por lo que volvieron a reanudar el trote y así los 3 juntos llegamos al final de los 21 kilómetros, que ¡era el mismo sitio desde el que habiamos empezado dos horas antes!. Estaba claro que habia frustrado la operación pues ¿qué sentido tiene correr 21 kilómetros para al final llegar al mismo punto de partida?.
Poco antes de terminar Dani me dio la mano en un gesto de reconocimiento aunque también de desafío, como diciendo, "tío, esta vez te has salido con la tuya, pero para la próxima no lo vas a tener tan fácil".
Al acabar, Dani y Rafa se fundieron en un abrazo en presencia de Ana y de los otros dos miembros de "la familia", liberando así la tensión de esas dos horas en las que sus esfuerzos por completar su trabajo se vieron truncados por mi siempre molesta presencia.
Por mi parte yo también me abracé a mis niños y mi pareja que habían ido a recibirme una vez comprobaron que había pasado el peligro.

Tras dar mi informe a Quique me despedí de Dani y compañía, no sin antes retarnos con la mirada para otra ocasión, sin duda ellos confiarán que para la próxima sí conseguirán entregar la mercancía, el mensaje o lo que tuvieran que hacer, sin embargo no lo tendrán nada fácil pues allí estaré yo vigilándoles y evitando sus oscuros tejemanejes.

viernes, 12 de junio de 2009

Mi primera partida de blackjack

El caso es que no se muy bien como ocurrió pero hace algunas semanas me encontré con la posibilidad de apuntarme a una partida de Blackjack, también llamado el juego del 21, y como nunca lo había practicado decidí que ya iba siendo hora.

Además parecía que todo estaba organizado de una forma muy seria, había que inscribirse, bien por internet o presencialmente en las oficinas de Novanca, una confederación de cajas rurales con un horario de oficinas muy amplio, lo que a mí me venía muy bien.

Así que ni corto ni perezoso me presenté una tarde en la oficina de Novanca de la avenida España de Getafe, y allí fuí a apuntarme a la partida.
  • Que venía a lo del 21
  • ¿Lo del 21? -preguntó extrañada la chica que me atendió.
  • Espere un momento -añadió mientras se acercaba a la compañera de la mesa de al lado y le preguntaba "que aquí hay un señor que pregunta por lo del 21, ¿tú sabes de que va eso?", "supongo que será lo de Leganés" respondió su compañera no muy segura.
  • Sí, sí, es en Leganés, o eso me han dicho -les confirmé mientras esperaba en la otra mesa.
  • Pues entonces vaya rellenando este papel y cuando me lo entregue terminamos de formalizar la inscripción.
  • Vamos a ver ¿10 o 21?, pues 21 porque el del 10 ni siquiera lo había oído nombrar.
  • ¿Fecha de nacimiento? mmm, ¿y para qué querrán saber mi fecha de nacimiento? ... ¡anda pero si es que hay categoría por edades! qué curioso, yo nunca había visto algo así.
  • Bueno, ya está relleno, tome el impreso y también el dinero de la inscripción. Supongo que los premios irán en función del número de participantes ¿no?.
  • No, según pone ya están estipulados
  • De todas formas como es mi primera vez no tengo intención de ganar
  • Bueno, todos los que terminen recibirán al final un regalo
  • ¡Qué detalle!, ¡y simplemente con terminar la partida!, ¿y qué regalo es?
  • Pues pone que una camiseta técnica
  • ¿Una camiseta técnica? pero que profesionales que son, supongo que llevará la pajarita incorporada y algún bolsillo especial para guardar las cartas.
  • No se, que yo sepa está hecha de un material transpirable
  • ¿Tanto se suda en el 21? Supongo que será por las apuestas. Yo es que estoy más acostumbrado al mus.
  • Bueno, creo que es algo diferente. ¿Ya sabe que es a las 9 de la mañana?
  • Sí, ya lo había visto, aunque me parece muy pronto para un evento de estas características, desde luego las partidas de dominó siempre las hacemos por la tarde, pero claro esto debe ser distinto.
  • Y tiene que estar al menos media hora antes para recoger el dorsal ...
  • ¿Dorsal?, ¿eso qué es como un smoking o un frac que te dan?
  • ... y el chip ...
  • ¿Chip?, pues yo pensaba cambiar el chip de jugar al mus, no fuera a soltar un órdago en mitad de la partido, pero si ya me dan uno preparado para el 21 menos tengo que hacer
  • ... y también conviene que esté pronto si quiere usar el ropero ...
  • ¡Con ropero y todo! si fuera invierno todavía para dejar el abrigo de pieles pero ahora es que ni una simple americana.
  • ... además cada 5 kilómetros tiene agua para beber ...
  • ¿Agua? yo es que soy más de cerveza, además en esto pega más el whiskie ¿no?
  • ... y esponjas para refrescarse ...
  • Eso ya no me gusta, creo que lo mínimo es que pongan aire acondicionado... mmm... un momento, ¿5 kilómetros?, pero ¿qué forma es esa de medir el tiempo? ¿o es que vamos a estar dando vueltas a la mesa de juego todo el tiempo? creo que voy a tener que descargarme un manual para empaparme bien de las reglas
  • ¿Le ha quedado todo claro?
  • Más bien no, pero no se preocupe que de aquí al 14 de Junio espero ponerme al día con la jerga del blackjack, buenas tardes.

A medida que han pasado los días y se acerca el día de la partida crece en mí la impresión que alguien ha malinterpretado algo y me he acabado por meter en una historia que no espero, de todas formas por si acaso eso del 21 no es lo que creo, yo el domingo me llevo los amarracos y monto una partida de mus, que para eso siempre hay candidatos.

martes, 9 de junio de 2009

¿Y si?

El sordo murmullo se fue haciendo cada vez más audible hasta convertirse en voces roncas que llenaron de miedo el espacio de la nave.
  • No nos obligarás a seguir avanzando.
  • ¿Sois conscientes que os estáis amotinando?
  • Por supuesto, pero preferimos correr los riesgos de un juicio a seguir adelante con este desdichado viaje
  • Pero no hay ningún peligro, podemos seguir un poco más.
  • ¿Y cómo lo sabes? ¿Acaso has estado antes por esos parajes?
  • Bien sabéis que no, pero he leído que algunos pasaron de ese punto y continuaron su viaje sin problemas.
  • ¡Leyendas! ¿y vas a ponernos a todos en peligro por los estúpidos cuentos que lees?. No avanzaremos más, todo el mundo sabe que más allá lo único que hay es un muro contra el que nos estrellaremos rompiéndonos todos los huesos, o bien una caída eterna en un agujero infinito .- respondió uno de los cabecillas de la rebelión intentando levantar la voz por encima del atronador sonido que iba apareciendo por el horizonte.

En ese momento desaparecieron las imágenes oníricas y ante mí aparecieron los últimos metros de la cuesta que sube por detrás del estadio del Getafe, miré el crono y contemplé satisfecho que las pulsaciones volvían a situarse por debajo de los 165 tras el esfuerzo de la subida, unos pocos metros más allá, al llegar al aparcamiento, finalizaría la última tirada larga antes de la media del próximo domingo, algo menos de 16 kilómetros, sin embargo los recuerdos de la ensoñación seguían llenándome de dudas, "nunca pasaste del kilómetro 17, ¿y si como decían los amotinados, al llegar a ese punto me encontraba con un muro que me destrozaría los dientes? ¿y si tenían razón y en ese kilómetro se habría una zanja por la que me precipitaría en una caída sin fin? ¿y si la Tierra era plana?".

En unos pocos días espero poder dar respuesta a estos interrogantes, cuando por primera vez me aventure por esas tierras ignotas que para mí son los kilómetros 17 y siguientes, si es que el calor que se espera para ese día no acaba antes conmigo.


Estadísticas del 4 de Junio:
  • Distancia (metros): 6500
  • Tiempo total: 34' 58''
  • Ritmo (min/km): 5' 23''

Estadísticas del 7 de Junio:
  • Distancia (metros): 15850
  • Tiempo total: 1h 30' 01''
  • Ritmo (min/km): 5' 41''

domingo, 31 de mayo de 2009

Encerrado

Enjaulado es como me sentía este sábado por la mañana cuando salí a correr por el camino que va desde el camping El Escorial hasta Villalba.
Alambradas continuas jalonaban todo el recorrido manteniéndome encerrado en los pocos metros de ancho de la pista, consiguiendo así, supongo, que las reses bravas que pastaban plácidamente en la dehesa, pudieran verme sin peligro para su salud mental.

Tal vez las vallas no fueran tales, y simplemente las hubieran puesto para marcar el camino a seguir, ya que de no existir se corría el riesgo que algún visitante, es decir yo, se despistase, algo bastante posible teniendo en cuenta mis graves problemas de orientación, y acabase perdido detrás de una encina.

En cualquier caso, con vallas o sin ellas, salí el sábado por la mañana y un poco antes de las 8 me puse a trotar por el camino. Por supuesto no tenía referencias kilométricas intermedias, salvo un cruce con un camino privado que estaba hacia el km 2, y el final, bueno mi final, del camino que había fijado en la intersección con la calle de la Media Luna, ya en Villalba, en el km 6.700.
Así, sin esas referencias me planteé la salida en plan tranquilo, pendiente únicamente de las pulsaciones.

La temperatura era bastante agradable, alrededor de los 20º, tal vez menos porque no sentía demasiado calor.
Durante todo el trayecto fui a un ritmo bastante constante, o eso me parecía a mí, al menos las pulsaciones se mantenían por debajo de las 160 fluctuando muy poco, aprovechando que la pista era practicamente llana y las mayores dificultades consistían en algún que otro bache, y en los breves saludos a los caminantes que cada cierto tiempo me iba cruzando. De esa forma fui acercandome poco a poco a Villalba, pasando por zonas en las que las encinas se cerraban sobre el camino proporcionandome una agradable sombra y por otras en las que los árboles habían huído, supongo que por causa del hacha o de la sierra, y por tanto tenía que sufrir el rigor de este Sol que casi parece ya de verano.

Practicamente a los 39 minutos de haber comenzado llegué a la calle de la Media Luna, donde me dí la vuelta y comencé el regreso.
Al poco de salir de Villalba mis tripas decidieron iniciar un concierto al que no me apetecía nada asistir, por lo que durante casi todo el recorrido de vuelta estuve inventándome mil y una escusas para convencerlas que no era el momento más oportuno, y que si esperaban unos pocos minutos estaba dispuesto a presenciar el concierto y a aplaudir a rabiar al finalizar.
De esa forma con una discusión continua en las que sacaron a relucir todas nuestras miserias y reproches como: "a nosotras nunca nos haces caso", "si fueran las rodillas bien que las escucharías", "te avergüenzas de nosotras" y otras lindezas por el estilo conseguí terminar los casi trece kilómetros y medio en poco menos de hora y veinte. Unos pocos minutos más tarde llegué al bungalow donde nos alojábamos y sin pensarlo compré una entrada en un palco para la ópera con la que al final mis intestinos me obsequiaron no sin prometerles antes que les prestaría la misma atención que a las envidiadas rodillas.


Estadísticas del 27 de Mayo:

  • Distancia (metros): 4800
  • Tiempo total: 26' 30''
  • Ritmo (min/km): 5' 32''

Estadísticas del 30 de Mayo:

  • Distancia (metros): 13400
  • Tiempo total: 1h 17' 54''
  • Ritmo (min/km): 5' 49''

martes, 26 de mayo de 2009

Y se hizo la luz... ¿o se apagó?

Hoy, por fin, me han dicho lo que le pasa a mis rodillas.
Después de 8 largos meses con molestias que no me han abandonado en ningún momento, aunque al menos han tenido el detalle de hacerse bastante soportables, me he encontrado al fin con un diagnóstico, o algo parecido.
No se trata de condromalacia rotuliana, tampoco es una tendinopatía rotuliana como había sugerido la de la ecografía, y aunque sí hay una leve tendinitis rotuliana esta no es sino la consecuencia del problema real.
  • Tiene las rodillas bizcas .-me soltó de sopetón la traumatóloga entornando los ojos.
Antes de que continuara hablando me acerqué tambaleante hasta la puerta intentando digerir la noticia, y tras asomarme comprobé que en el letrero no ponía oftalmología sino traumatología, al menos yo no me había equivocado de sala.
Aún así miré a mi alrededor buscando esos cartelitos con letras que se usan para determinar el estado de la vista, sin conseguir encontrar ninguno, parecía que tampoco me había equivocado de especialista, pero entonces ¿por qué me había dicho eso?.
  • ¿Bizcas?, ¿las rodillas?... ¿y es grave? es que verá yo hasta ahora las rodillas no las usaba para ver, si ahora no voy a poder mirar con ellas supongo que eso no me supondrá un trastorno muy grande, al menos no más grande que el que he sufrido sin saberlo toda mi vida al utilizar mis ojos en lugar de las rodillas para ver.
La traumatóloga me puso una mano en el hombro supongo que intentando consolarme y me dijo:
  • Bueno, no podemos arreglar este desaguisado pero al menos sí podemos intentar mitigar sus efectos.
Yo ya me estaba imaginando como quedarían algunas lentillas correctoras o tal vez un par de monóculos y para hacerme a la idea me quité las gafas y las puse delante de las rodillas, primero de una y luego de otra, el problema es que no pude ver nada porque yo sin gafas veo menos que Rompetechos.

Pensé también en poner unos bastones de ciego en las rodillas para que suplieran sus carencias visuales pero el movimiento espasmódico que tenían que hacer para mover el bastón a ambos lados me daba un aspecto excesivamente cómico, por lo que tuve que desechar esa idea.

Al final, ni lentillas, ni monóculos, ni bastones, al parecer la solución podía pasar por algunas sesiones de rehabilitación, que imagino será algo parecido a la cirugía laser que se usa para la miopía. ¿Mira que si además de ser bizcas las rodillas descubren que tienen también varias dioptrías?.

Al salir de la consulta, como no terminaba de creermelo, decidí ponerme a prueba, por lo que cerré los ojos e intenté llegar a la ventanilla de citas guiandome por la visión estrábica de mis rodillas. Sin embargo tras chocarme con varias personas y un par de columnas me dí cuenta que no funcionaba, realmente mis rodillas debían estar muy mal pues era incapaz de ver con ellas.

Ahora me toca esperar dos meses y medio para que me vuelvan a ver y dictaminen el número de sesiones que necesito, que imagino no comenzarán antes de octubre, aunque no se de qué año.
Confío en que la pérdida de visión no vaya a más durante la espera. Por si acaso, durante todo este tiempo, seguiré utilizando rodilleras, al menos así la luz del sol, que todos sabemos lo perjudicial que puede llegar a ser para los órganos de la vista, no fastidiará mucho las rodillas.

Todo esto se traduce en que debería hacer un parón en esto del correr, pero como llevo 8 meses así y en lo que va de año las tuercas y tornillos de las rodillas no parece que estén más oxidadas y tampoco chirrían más que antes, creo que aguantaré alguna semana más, como mínimo hasta la media de Leganés y cuando esta pase ya pensaré lo que hago.

lunes, 25 de mayo de 2009

Que siga la fiesta muchos años más

Las previsiones de tiempo para este domingo no eran muy halagüeñas, lo que hicieron que al final cambiaramos los planes, y al final tuvimos que suspender para otro momento la velada de domingueros que ibamos a tener después de la carrera.

Con esas perspectivas nos levantamos por la mañana sin saber muy bien si la lluvia acompañaría o no, pero en cuanto me asomé por la ventana me encontré con que pocas nubes había y un reluciente Sol se asomaba dispuesto a castigar a los que ibamos a correr el I Cross Popular Club Amigos.

Mientras preparabamos las cosas recibí un mensaje de Dani (de Zapatillas con velcro) que avisaba que no podrían acercarse a la carrera por una indisposición durante la noche, por lo que se tendría que posponer para otro momento el día en el que compartamos una carrera.

Un poco antes de las 9:30 salimos del garaje y el termómetro ya marcaba 20º, mucho más bajo que los que habiamos tenido la semana anterior, pero mucho más alto de lo que yo esperaba y deseaba. Llegamos a eso de las 9:45 y tras dejar el coche en el aparcamiento, que aun estaba bastante vacío, nos dirigimos hacia la zona de salida a recoger chip y dorsal.

Tras dejar a los niños y a mi pareja en la vecina pista de patinaje me puse a calentar un poco y estirar pues seguía con la idea de hacer algunos kilómetros antes para al juntarlos con la carrera tener otra tirada larga.
A eso de las diez y media pasadas me puse a trotar por la calle principal hacia el centro de interpretación. Teniendo en cuenta que tenía menos de media hora, decidí hacer un recorrido corto de poco más de 4 km a un ritmillo muy tranquilo, suponía que marchando a algo más de 6'/km me sobrarían unos minutillos para volver a estirar antes de que dieran la salida.
El principal problema es que no tenía referencias de kilómetros, ya que mi memoria no era capaz de almacenar esa información (llevaba tres posibles recorridos de distinta longitud para elegir en función del tiempo y ganas que tuviera y ya no me quedaba espacio en la cabeza para guardar también las marcas de cada kilómetro).
Así sin referencias decidí trotar por sensaciones procurando no forzar nada y sobre todo disfrutar del tranquilo paisaje que me proporcionaba el parque principalmente la orilla del arroyo y de la laguna.
De esa forma completé el recorrido en poco más de 25 minutos, y cuando acaba de empezar a estirar dieron la salida, se ve que o mi reloj iba atrasado o el de la organización iba adelantado.
Me puse en mi lugar natural, es decir en los últimos lugares y andando tranquilamente pasé por la alfombrilla de salida con un retraso de algo más de 1 minuto.

Al principio resultaba bastante complicado correr pues el camino que se tomaba a la salida no era lo suficientemente ancho para absorber tal cantidad de gente, aún así fuí poco a poco adelantando y cogiendo mi ritmo que confiaba no fuera muy rápido, de hecho había prescindido de la música que suelo escuchar en carreras (normalmente AC/DC) y la había sustituido por Peter Gabriel.
Durante esa primera vuelta la única marca de kilómetro que ví fue la del 2/7, por donde pasé en poco más de 11 minutos, más rápido de lo que quería pero tampoco era un ritmo excesivo.

Entre el kilómetro 3 y 4 pasé por primera vez junto a la pista de patinaje, donde estaba mi familia por lo que me desvié ligeramente para chocar la mano de los tres, y de paso recargar mis reservas de adrenalina con sus ánimos.

Un poco más adelante, supongo que pasado el cuarto kilómetro, cuando iba bordeando el estanque me adelantó un tiarrón que iba animando a alguien que iba unos metros más atrás, al fijarme en su cara reconocí el rostro de alguien a quien solo había visto en algunas fotos en internet, "Casi" del foro de Novat08, y que hacía pocas semanas había completado su primera maratón. Aproveché el momento para saludarle y coger su estela que pude seguir a duras penas hasta el kilómetro 7 en que tuve que dejarle marchar junto a su cuñado. En esos 3 kilómetros había incrementado el ritmo más de lo que quería, así que aflojé un poco pues no era mi intención cebarme, al fin y al cabo la idea de hacer 4 kilómetros previos era para trotar al final a un ritmo constante pero no asfixiante.

Hacia el 8 y medio volví a pasar por mi particular avituallamiento de ánimos y tras otro choque de manos y darle una voz a mi hijo pequeño para que no me siguiera pues había empezado a correr mientras decía "me voy contigo papá", encaré los últimos metros de la prueba.

Llegando al 9 adelanté a un chaval, imagino que voluntario del Club Amigos, que empujaba una silla de ruedas en la que iba otro de los participantes, la verdad es que me quedé asombrado por el mérito de ese chico que llevaba 4 kilómetros (supongo que 4 porque si encima llevaba 9 sería no para aplaudirle sino para hacerle un monumento) empujando de una silla de ruedas con todo lo que debe pesar.

Seguimos bordeando el estanque y justo en la curva que precedía a la recta de llegada me encontré con los niños que me escoltaron hasta la misma meta, así que no me quedó más remedio que hacer un tímido sprint para que ellos también pudieran hacerlo pues es lo que más les gusta de las carreras.

El reloj marcaba 55'53'' cuando pasamos sobre la alfombra, que al descontar el minuto largo de demora en la salida dio un tiempo neto de 54'49'', más rápido de lo que me hubiera gustado pero reconozco que me cuesta mucho controlarme en carrera.

A la vista del resultado y del recorrido tengo muy claro que esa carrera era la ideal para haber intentado bajar de los 52' pero no me arrepiento de haberme decidido por ir más lento a cambio de hacer unos kilómetros más, como mínimo me da más confianza de cara a la media de Leganés. Además para bajar mi tiempo de 10km ya habrá otras carreras.

Lo que si tengo claro es que si repiten esta carrera volveré a participar en ella por varias razones:
  • me encanta correr por el parque Polvoranca
  • la organización estuvo muy bien, salvo pequeños detalles que seguro pulen en el futuro
  • los 6 € que cuesta me parecen una buena inversión al ir destinados a una asociación (Club Amigos de Alcorcón) que trabaja para ayudar a personas con discapacidad intelectual.

Después de recoger bebidas bolsa y descansar un poco, nos volvimos a casa sin opción a probar la paella post-carrera pues al final la reunión de domingueros quedó transformada en una velada casera.

Estadísticas del 20 de Mayo:

  • Distancia (metros): 6500
  • Tiempo total: 38' 23''
  • Ritmo (min/km): 5' 55''

Estadísticas del 24 de Mayo:

  • Distancia (metros): 4300
  • Tiempo total: 25' 35''
  • Ritmo (min/km): 5' 57''
  • Distancia (metros): 10000
  • Tiempo total: 54' 49''
  • Ritmo (min/km): 5' 29''



viernes, 22 de mayo de 2009

Clasificación de corredores

Al hilo de unos comentarios en Zapatillas con Velcro, y en un alarde sin precedentes de mi solitaria neurona me puse a pensar (es una forma de hablar, tampoco hay que tomárselo en serio) en los distintos tipos de corredores que existen según su formación (o más bien deformación) profesional o académica.

Así, en una primera aproximación, y siendo consciente que se quedarán muchos en el tintero nos podemos encontrar con la siguiente tipología:
  • El psicólogo.- Sale a correr con la intención de tumbarse en el diván a contar sus sensaciones a su muñeco de peluche, pero inmediatamente regresa pues es incapaz de esperar tanto tiempo sin confesarse y autoanalizarse.
  • El filósofo.- Mientras corre piensa en el sentido de cada zancada que da, si realmente le aproxima o le aleja de su objetivo o si como intuye le conduce siempre al punto de partida, lo que le lleva a cuestionar el objeto real de salir a correr.
  • El filólogo de lenguas clásicas. Se pasa toda la sesión estudiando el origen de las palabras fartlek y mizuno, y como no puede llegar a determinar si sus raices son griegas o latinas decide abandonar y acaba por refugiarse en la biblioteca para releer "La Ilíada", por supuesto en su idioma original.
  • El historiador.- Antes de salir a correr investiga los orígenes reales de esta actividad para darse cuenta que en sus comienzos, estaba íntimamente ligada a las primeras luchas por el poder en el seno del clan, para pasar posteriormente a ser una digna actividad de los nobles románticos y convertirse finalmente en un intento de hacer que la masa popular corra sin ningún sentido hacia ningún lugar, lo que le lleva a la conclusión de quedarse en su casa para escribir un ensayo sobre "la utilidad de las carreras populares como forma de control por parte de las clases dirigentes".
  • El informático.- Planifica hasta el más mínimo detalle cada una de las salidas, la ruta por donde va, el perfil de la misma, el tiempo de paso por cada kilómetro, el peso que debe tener al empezar y cuánto debe perder al terminar, sin embargo 5 minutos antes de salir le mandan a comprar el pan, tiene que esperar 20 minutos por la cola que hay, 20 minutos más porque se les ha acabado y tienen que reponerlo, cuando vuelve se encuentra con un vecino plasta que le entretiene otros 15 minutos para contarle lo que pasó en la última reunión de la comunidad. Cuando finalmente sale, con una hora de retraso, se da cuenta que solo lo quedan 45 minutos para hacer los 8 kilómetros que marcaba su plan, así que se salta el calentamiento y los estiramientos, lo que hace que al poco de empezar se casque y tenga que volver a su casa a ponerse hielo en las maltrechas piernas mientras piensa "para el próximo día tengo que planificarme mejor".
  • El informático veterano.- Tiene un vago recuerdo que una vez corrió varios kilómetros seguidos, aunque tal vez no fuera más que un sueño, por lo que ha planificado una tarea diaria que hace una copia de ese recuerdo en el día actual, así cuando llega por la tarde a casa, después de una jornada de trabajo, se encuentra con el recuerdo reciente de haber corrido también ese día esos kilómetros, por lo que acaba dandose un homenaje con unas cervecitas y una ración de oreja, y todo ello sin sudar por el esfuerzo. ¡Qué gran descubrimiento fue el cron!
  • Matemático por inducción.- es capaz de correr 10, 20, 30 kilómetros o los que sean sin correr realmente ninguno, porque da el primer paso, luego se monta en un coche que le lleva hasta otro punto del recorrido y comprueba que desde ahí puede dar otro paso, lo que demuestra que es capaz de dar todos los pasos necesarios para completar la distancia que sea.
  • Matemático por reducción al absurdo.- cuando va a salir a correr se dice:
    1. supongamos que no puedo correr
    2. si no puedo correr tendré que ir andando
    3. salgo a la calle y llego al paso de cebra
    4. mientras cruzo veo que viene hacia mí un coche sin intención de parar
    5. corro los dos metros que me quedan hasta la acera, pero esto entra en contradicción con la premisa inicial, por tanto queda demostrado que sí puedo correr, de lo que se deduce el siguiente corolario:
      • como acaba de quedar demostrado que sí puedo correr mejor nos quedamos tumbados en el sofá y así no corremos el riesgo de ser atropellado.

domingo, 17 de mayo de 2009

De mis muros y otras neuras

La cuesta de Pimiango
es particular

si la subo me canso
como en las demás.

Arrastrate
y vuelvete a arrastrar
que ya llega el del mazo
a dejarte sin trotar.

H, I, J, K,
L, M, N, A
que si tu no me subes
otro loco subirá

Bajadita, caminillo
para, para,
que te pillo.
A estirar, a estirar,
o un calambre
te va a dar.


Había prometido que no lo iba a volver a hacer, que no volvería a torturar a los despistados que se asomaran por aquí, usando una canción con la letra trastocada, pero se ve que no tengo palabra, aunque al menos puedo alegar en mi defensa que puesto que estoy muerto, o parafraseando al poeta con su frase más célebre "no siento las piernas", no se debería ser demasiado exigente conmigo.

El caso es que antes de entrar en detalles sobre mi muerte tenía pendiente hacer un breve resumen de la última semana en la que como hecho más relevente acaeció la participación de las chicas de mi casa en la "carrera de la desigualdad y a favor de la discriminación", la autodenominada Carrera de la Mujer.

El domingo pasado nos levantamos los cuatro y a pesar de los nubarrones y algunas gotas que empezaban a caer, pusimos rumbo al Retiro. Al llegar a Atocha y sin posibilidad de pérdida, seguimos a la gran marea azul que subía por Alfonso XII en busca del chip. Tras recoger unos globos para los niños, los chips para ellas y encontrarnos con mi cuñada, sobrino y cuñado nos dirigimos a la salida a ritmo de la histérica del micrófono que intentaba "relajar" a las participantes con gritos del estilo a "¡solo quedan veinte minutos! ¡os quiero a todas en la línea de salida YA!".

Al fin dieron la salida y por supuesto no había forma de correr, ni siquiera de andar, o al menos a lo que yo llamo andar, ya que el ritmo que se llevaba era el típico que se usa para pasear en una calle llena de escaparates. Un montón de minutos después conseguimos traspasar la alfombrilla de salida pero seguiamos sin poder correr ya que la mayor parte se entretenía saludando a quien había dado la salida, que no era otra que la esposa del hijo de su padre... bueno, sí ya se que la etiqueta exige que la nombre de otra manera, utilizando ciertos títulos y por supuesto tratándola de usted aunque a mí pueda tratarme de tú, pero es que si hago algo así, no me quedaría más remedio que acabar tarareando "la marsellesa" y soltar de vez en cuando un "¡vive la guillotine!", y quien sabe que tal se lo tomarían en la Zarzuela.

Al salir del Retiro empezamos a trotar algo y así marchamos hasta llegar a Alfonso XII, a ratos andando y a ratos trotando. Cuando comenzaba la cuesta, cogí a mi hija de la mano y la piqué para que se la subiera corriendo sin parar, por lo que nos separamos unos metros del resto de la familia que prefirieron abordar con algo más de calma la subida. Al poco de llegar a la estatua del ángel caído, cuando ya la cuesta suavizaba y se convertía en un falso llano, dejamos el trote y seguimos unos metros andando para que cogiera un poco de aire. Unos metros más atrás, medio ocultos entre la masa azul que cubría la calle marchaba el resto de la familia, que se acercaba a nosotros cuando Marta me pedía caminar un poco y se volvían a alejar cuando volvíamos otra vez a trotar. Y así llegamos hasta el final donde para mi sorpresa nos encontramos con que lo único que les daban era una botella de agua ¿ni una pieza de fruta? ¿ni una barrita de cereales?, en fin, mejor no comento nada sobre la organización de esta carrera porque es lo mejor que puedo hacer. Medio minuto después nos reunimos con el resto de la familia y huimos de allí antes de que hiciera su aparición el Busta.

Después de la carrera me tomé unos días de descanso forzoso, como siempre la dichosa falta de tiempo, y tras una breve salida de 5 kilómetros el martes, el jueves empaquetamos el coche y nos fuimos a pasar el puente a Asturias. Allí me había preparado una rutilla siguiendo parte de la senda costera desde Bustio, con alguna que otra cuesta, como pudimos comprobar el viernes cuando nos fuimos los cuatro a recorrer una parte andando. El recorrido es muy agradable para todos los sentidos, pasando por un bosquecillo que al principio es de robles, mezclado con encinas, sí es cierto, encinas en Asturias, y luego es sustituido por el intruso eucalipto.

El sábado me levanté prontito por la mañana y salí de casa con más miedo que otra cosa, pues después de ver las cuestas que me esperaban, sobre el papel había algunas de un 12%, que a mí me parecían completamente verticales, no tenía nada claro que pudiera terminar los 14 kilómetros sin recurrir a la opción de andar.



Los dos primeros kilómetros eran favorables, de cara al esfuerzo, aunque las piernas se resentían por tener que ir frenando para no bajar rodando la cuesta del Cantu, y es que la pendiente de este camino, unido a los pedruscos que aparecen clavados por toda su extensión lo hacían bastante incómodo de bajar... "sí tú quejate ahora que estás bajando que cuando vuelvas por aquí vas a tener que subirlo".

Una vez en Bustio, todavía fresco, me dirigí al comienzo de la senda costera, una pequeña explanada que sirve de aparcamiento, situada entre la vía del FEVE y la carretera nacional; tras pasar bajo esta última giré hacia la izquierda abandonando el carril que se dirige hacia el puerto de Bustio, situado al final de la ría. Ya desde aquí el camino empieza a subir, al principio muy suave, pero a unos 500 m. desde el comienzo de la senda costera, aproximadamente mi tercer kilómetro, empiezan ya las primeras rampas importantes, que van aumentando su pendiente durante 1 kilómetro y medio hasta llegar casi a Pimiango. Por este tramo ya no sabía si el tiempo se había detenido porque el gesto de correr lo hacía a cámara ultralenta, todo lo que concernía a mí se había ralentizado y así pude ver como un par de babosas me adelantaron con facilidad mientras charlaban entre ellas.
Dejando Pimiango a la izquierda tomé un camino hacia el otro sentido y durante un kilómetro recuperé ligeramente el fuelle aunque la pendiente me había dejado ya muy tocado. Un poco más adelante, y tras pasar junto a un grupo de vacas que soltaron varias carcajadas al verme pasar, llegué hasta un mirador desde el que se podía contemplar el mar, y justo en ese punto comenzaba una bajada vertiginosa en forma de serpiente que se enroscaba una y otra vez haciendo que mi paso no fuera muy rápido por miedo a salirme del camino.
La senda seguía internandose por el bosque subiendo y bajando sin parar por un paisaje que en otras circunstancias hubiera podido disfrutar mucho más. Al pasar junto a las ruinas del Monasterio de Tina, al camino le crecieron unos escalones que conducían en un descenso aún más vertiginoso hasta un puentecillo. Al otro lado del puente el camino subía por una pendiente similar aunque en este caso no había escalones. Mientras me arrastraba por esta pendiente me iban entrando unas tentaciones irresistibles de colgarme de la barandilla y subir apoyandome en ella, pero por un amor propio mal entendido continué haciendo como si corriera aunque la realidad es que iba más despacio que si fuera andando.
Al fin la cuesta terminó y un breve llano me condujo hasta la carretera que va desde Pimiango a la cueva del Pindal. Allí, y tras una breve duda, el cansancio que tenía hizo que me desorientara completamente a pesar que era evidente que tenía que coger la carretera hacia la izquierda, continué por la pista asfaltada, otra vez cuesta arriba, aunque casi me pareció poca cosa, después de la cuesta que acababa de escalar. Al fin coroné justo a la altura de un mirador que hay en una zona bastante despejada y un poco más adelante entraba en Pimiango.
En el pueblo la idea era girar hacia la izquierda para buscar la senda por la que había subido desde Bustio, pero si yo tengo una oportunidad de perderme seguro que lo haré, así que como no podía ser de otra manera me metí por otra calle desdeñando la correcta. Tras un breve rodeo, encontré el camino correcto y un rato después estaba sobre el camino de vuelta a casa, aunque ahora, y al menos durante dos kilómetros era favorable.
Después de un descenso bastante rápido llegué a Bustio y me encaminé al Cantu, algo más de un kilómetro de subida con algunos tramos que se acercaban al 9% de pendiente, vamos otro muro más donde volver a estrellarme, por suerte esta ya era la última cuesta y a duras penas conseguí terminar la ruta. Al final 14 kilómetros en algo más de una hora y media, a 6'40'' de media aunque hubo varios kilómetros que fuí incapaz de moverme a menos de 8'. Lo que no tengo muy claro es en qué punto del recorrido fallecí, más que nada para llevarme un ramo de flores como recuerdo.

Supongo que si al final resucito, no se si al tercer día o al tercer mes, tendré que volver a intentar este recorrido, pero de momento pasará mucho tiempo hasta que me vuelva a plantear correr por esas cuestas, eso sí tengo que volver para hacerlo andando y disfrutar completamente del paisaje porque sin duda merece la pena, aunque la opinión de un muerto no sea muy fiable.

Y el domingo que viene la carrera popular del Club Amigos en el parque Polvoranca, un 10k bastante llano que me lo había planteado como un buen momento para intentar bajar de los 52', pero que ahora estoy pensando en tomarmelo un poco más tranquilo, tal vez comenzar media hora antes de la carrera trotando otros 5k y enlazando luego con la carrera en plan relajado para que al final resulte otra tirada larga, con vistas sobre todo a la media de Leganés. A lo largo de esta semana decidiré.

Por cierto, si alguien conoce algún líquido para conservar a los muertos que me lo diga, porque con estos calores creo que voy a empezar a oler a podrido en muy poco tiempo.

Estadísticas del 6 de Mayo:

  • Distancia (metros): 6350
  • Tiempo total: 33' 54''
  • Ritmo (min/km): 5' 21''

Estadísticas del 9 de Mayo:

  • Distancia (metros): 7600
  • Tiempo total: 40' 21''
  • Ritmo (min/km): 5' 19''
Estadísticas del 12 de Mayo:

  • Distancia (metros): 5050
  • Tiempo total: 25' 36''
  • Ritmo (min/km): 5' 05''

Estadísticas del 16 de Mayo:

  • Distancia (metros): 14010
  • Tiempo total: 1h 33' 24''
  • Ritmo (min/km): 6' 40''

viernes, 8 de mayo de 2009

My name is Rosa Parks

Hace 54 años, en 1955, en un estado del sur de USA una persona fue encarcelada por negarse a ceder su asiento a otra persona, tal como estipulaban las leyes de segregación racial. Esta persona infringió la ley y por ello fue condenada, pero su acción marcó oficialmente el comienzo de la lucha por la derogación de esas leyes.

54 años después, y en nombre de unas supuestas medidas para ayudar a ciertos "colectivos" se practica otra especie de segregación, no tan dramática pero en cualquier caso suficientemente despreciable, este domingo se celebra en Madrid la carrera de la Mujer en la que se niega la participación de algunas personas únicamente por su género, es decir se practica discriminación, de forma consciente, sobre alguien por no tener determinadas características físicas. Hace 54 años a Rosa Parks la discriminaban porque el color de su piel no tenía el blanco inmaculado de los cerebros podridos de los racistas, hoy a aquellos que en nuestro DNI pone "Sexo: V-M" nos discriminan impidiéndonos participar en una fiesta en forma de carrera, junto a nuestras parejas, hijas, madres o amigas, simplemente porque quienes organizan este evento tienen el cerebro corrompido por un machismo disfrazado de feminismo.

Aún así, este domingo, y si la alergia no nos lo impide estaremos allí pues mi pareja, su hermana y mi hija tienen la ilusión de hacerla trotandando (un rato al trote y otro andando), y tanto mi hijo como yo mismo marcharemos con ellas los 6 kilómetros, no por cabezonería nuestra sino porque a ellas les apetece compartir ese momento con nosotros y lo que puedan pensar los organizadores me trae al fresco pues por mucho que le duela, los protagonistas no son ellos sino quienes van a participar en la carrera.

Si tuviera tiempo suficiente es muy posible que acabara por presentarme el domingo con dos pseudo-dorsales (uno para mi hijo y otro para mí), en el que pusiera en los dos el número 1955 y debajo o encima el nombre Rosa Parks, pues salvando las distancias este domingo muchos seremos Rosa Parks.

martes, 5 de mayo de 2009

Correr, comer


harta de lo que sudo
yo
de correr contra el viento,

¿que si soy un poco chulo?
¿yo?
¿que en qué gasto mi tiempo?

- En correr, comer, la historia de siempre
meterme mil series, picar a la gente
llegar a la casa y joder que guarrada en los pies.

Voy arrastrandome por el suelo y huyendo de las nubes,
no sé si son las gotas o el barro que me cubre.
Ya no siento na, que todo son dolores.
¿Dónde estarán mis huesos? que soy un mar de olores.

Correr, comer, la historia de siempre
meterme mil series, picar a la gente
llegar a la casa y joder que guarrada en los pies,
y al día siguiente...

Y cuando llego a casa me vacilan:
- ¡eh tú! ¿dónde vas caminando?, ¿qué has estao haciendo?
- te prometo que no he andado más, que he mejorao mi tiempo,
que lo he usado en:

Correr, comer, la historia de siempre
meterme mil series, picar a la gente
llegar a la casa y joder que guarrada en los pies,
y al día siguiente...

"Para algunos vivir es trotar
una calle asfaltada de dorsales,
zapatillas y chips.

Yo el más paquete soy
y sólo deseo que la recta que surge
del último jadeo de mis músculos,
me lleve trotando
hasta el siguiente..."

Correr, comer, la historia de siempre
meterme mil series, picar a la gente
llegar a la casa y joder que guarrada en los pies,
y al día siguiente...


Adaptación libre del tema Salir de Extremoduro


Pues sí, a la acción de correr le sigue inexorablemente la de comer y, al menos en mi caso, con gran placer.
Nunca me he caracterizado por comer demasiado, ni mucho ni poco, aunque desde hace casi un año que llevo corriendo, o haciendo algo parecido, sí he notado que le meto al cuerpo más alegrías gastronómicas que antes, y sobre todo porque si un día me paso con la comida, no me entran remordimientos de conciencia ya que en cierta forma me lo he ganado.

El viernes por la mañana salí a correr por la mañana con la idea de hacer lo que para mí sería como una tirada larga, unos 12 km, a ritmo suave, controlando que las pulsaciones no se dispararan. El caso es que la temperatura fresca, las nubes y la brisa que se levantó acabaron por animarme y aumenté al final la distancia hasta 15 kilómetros manteniendo casi todo el tiempo las pulsaciones por debajo de 160. Al terminar acabé un poco cansado pero bastante satisfecho porque tenía la sensación que a pesar del cansancio podía haber seguido algunos kilómetros más al mismo ritmo.
Para celebrarlo y aprovechando que el día anterior a mi pareja y a mi hija mayor se les antojaron unas porras para desayunar, de camino a casa me pasé por la churrería y me aprovisioné con una buena cantidad de porras y churros, y aunque a mí no me entusiasman demasiado me supieron a gloria.

El día siguiente tocaba descanso así que nos montamos toda la familia en el coche y nos marchamos a la sierra en compañía de mis cuñados y un sobrino, con la intención de caminar un poco por la zona de la Fuenfría (en Cercedilla).
Después de una rutilla por el camino Agromán, la vereda de enmedio y la carretera de la República, y tras comer unos bocadillos que también nos supieron a exquisitos manjares, escuché una frase que me hizo despertar de golpe del estado somnoliento en el que me había quedado "¿corremos el domingo que viene la carrera de la mujer?". Sacudí la cabeza, comprobé que no tenía los oídos taponados, ni que una ardilla me había golpeado la cabeza con una piña y me restregué los ojos confirmando que mi pareja acababa de hacerle esa pregunta a su hermana. Ella estaba igual de sorprendida y tal vez eso fue su perdición pues no supo negarse a tiempo y acabó cayendo en las redes que de forma sorprendente le había tendido su hermana menor.
Yo no daba crédito a mis oidos, hacía un par de meses que había intentado convencerla de que se apuntara y ella siempre acababa mandandome a Alpedrete (un lugar al que me han mandado muchas veces en el pasado, aunque sigo sin tener el placer de conocerlo), y ahora, de buenas a primeras, cuando a mí ni se me pasaba por la cabeza plantear el tema, lo saca ella y encima lía a su hermana, y por supuesto a mi hija que en cuanto se enteró dijo que ella se apuntaba también y formaba equipo con su madre. Así que el domingo que viene me tocará, junto a mi hijo pequeño, hacer de aguadores, animadores y tal vez fotógrafo.

El domingo volví a levantarme pronto aunque en esta ocasión la idea era correr unos pocos kilómetros a un ritmo cómodo, y por una vez me hice caso pues solo fueron 6 kilómetros a un ritmo de 5 y medio. A la vuelta, y aprovechando que mi madre estaba en mi casa, dejamos a los dos niños con ella y acompañé a mi pareja a que trotara un poco, más que nada para que se autoconvenciera que marchando a ratos corriendo y a ratos andando podía terminar sin problemas los 6 km de la carrera de la mujer. Al final cayeron 4 km, de los que 3 fueron corriendo e intercalados entre ellos dos medios andando para recuperarse. El último kilómetro terminó sin aliento porque yo no me dí cuenta y ella incrementó el ritmo, con respecto al primer kilómetro en casi un minuto. Si consigo que los tramos que corra lo haga a un ritmo como muy rápido, de 7'45'' a 8' podrá completar sin problemas la carrera; al fin y al cabo con lo poco que ha corrido no se puede pedir más, eso sí los estiramientos le tienen que salir perfectos, que algo debería notarse el pilatos ese ¿o era pilates?.


Estadísticas del 1 de Mayo:

  • Distancia (metros): 15100
  • Tiempo total: 1h 24' 56''
  • Ritmo (min/km): 5' 38''

Estadísticas del 3 de Mayo:

  • Distancia (metros): 6350
  • Tiempo total: 34' 41''
  • Ritmo (min/km): 5' 28''

domingo, 26 de abril de 2009

Test improvisado

Llevo un par de semanas con bastantes problemas de tiempo que me han impedido salir a correr con normalidad, o más bien tendría que decir con la anormalidad que caracteriza la poca frecuencia de mis salidas.

Desde que regresamos de Asturias me he encontrado con que entre semana, principalmente por motivos de trabajo, no he encontrado tiempo para correr algo más que del coche al trabajo y del trabajo al coche, y para colmo los fines de semana los tenía pillados por compromisos familiares que me iban a dificultar las salidas.

Al final el sábado de la semana pasada decidí salir un rato antes de la cena con tan buena suerte que nada más salir a la calle se puso a llover. Una lluvia fina pero persistente, y aunque a mí me gusta correr bajo la lluvia, debido a un par de resbalones tuve que regresar a la media hora escasa de haber empezado.

El miércoles pasado volví a aprovechar la hora de la academia de inglés de mi hija para volver a salir y entre calentamiento y estiramientos al final me quedó poco más de media hora para darle a las zapatillas. Además no se si por la hora, por correr después de trabajar o por el stress de tener que terminar a una hora determinada para recoger a la cría, el caso es que fuí todo el tiempo muy atrancado, con muy malas sensaciones, algo que ya me ha pasado otras muchas tardes similares.

Ayer era quizás el peor día para correr porque por la mañana teniamos la tercera jornada (las dos primeras fueron el fin de semana pasado y la cuarta y última se celebró este domingo) del torneo autonómico de ajedrez para niños, y para colmo se disputaba en un pueblecito cercano a Algete, es decir que nos pillaba "cerquita, al lado de Getafe"; después de terminar por allí nos teniamos que ir al centro, a Callao para más señas, para comprar unas cosas y de paso comer por allí, luego teniamos que volver rápido porque había que pasarse por un centro comercial a descambiar otras compras y después nos teniamos que ir de una de mis hermanas (por suerte también vive en Getafe) porque teniamos reunión familiar, así que en un increible alarde de sentido común, imaginé que tenía "libre" una hora entre que volvieramos del centro comercial y nos tuvieramos que ir con la familia, así que me calcé las zapatillas y me fuí hacia los caminos que hay entre el campo de futbol y el parque Andalucía con la intención de hacer unos 40 a 45 minutos a un ritmo tranquilo.
El caso es que al poco de empezar, y notar que me encontraba bastante bien, cambié rápidamente los planes y me dije que lo del ritmo tranquilo mejor para otro día y que podía ser un buen momento para hacer un test para ver que perspectivas podía tener para la carrera de dentro de un mes en Polvoranca.

Salvo los dos primeros kilómetros y los dos últimos (que se corresponden con el tramo entre el campo de futbol y el parque de Andalucía, que tiene bastantes tramos de sube y baja) que los hice a un ritmo que iba entre 5'15'' y 5'20'' el resto de kilómetros que hice por el parque, completamente llanos aunque con algún giro de prácticamente 180º, los corrí a un ritmo d 5'10'' o algo menos, incluyendo dos kilómetros seguidos que me salieron por debajo de los 5'.

El regreso fue más o menos bien, y conseguí mantener un buen ritmo, salvo esa cuesta final, que me saluda burlona cuando me ve acercarme, y que sube con una pendiente bastante pronunciada por detrás del campo de futbol.

El resultado final bastante satisfactorio, algo más de 53' para un poco más de 10 kilómetros, lo que me da 51'20'' en los 10000 metros; si en los próximos días se disputara la carrera vería con bastante optimismo la posibilidad de bajar de los 52', lo que pasa que aún queda un largo mes en el que puede pasar de todo, lo mismo puedo mejorar algo que puedo terminar por romperme. En cualquier caso el entrenamiento de ayer me ha dado un subidón de optimismo como hacía mucho tiempo que no tenía, si encima las rodillas no me dicen nada en los próximos días sería ya la guinda.




Estadísticas del 18 de Abril:

  • Distancia (metros): 5050
  • Tiempo total: 27' 21''
  • Ritmo (min/km): 5' 25''

Estadísticas del 22 de Abril:

  • Distancia (metros): 6500
  • Tiempo total: 34' 15''
  • Ritmo (min/km): 5' 17''

Estadísticas del 25 de Abril:

  • Distancia (metros): 10370
  • Tiempo total: 53' 07''
  • Ritmo (min/km): 5' 08''

lunes, 13 de abril de 2009

Al son de una gaita

Como ya había comentado en mi última entrada estos días de fiesta tocaba subir a Asturias. Hacía ya varios meses, desde diciembre, que no ibamos para allá por lo que había ya bastantes ganas de volver a llenarnos la retina con las distintas tonalidades de verde que moran por aquellos lugares.

Por si el tiempo acompañaba eché en la maleta el uniforme de correr. Además, desde julio del año pasado no corría por allí y me apetecía repetir una experiencia que en su momento fue muy gratificante.

Ni el viernes ni el sábado pude salir ya que los dos días, sobre todo el viernes, se levantaron con algo de lluvia. El sábado por la tarde y viendo que empezaba a mejorar el tiempo me acerqué a ver en qué estado estaban los caminos y aproveché para hacer unas cuantas fotos con el móvil (soy un poco desastre y teniendo varias cámaras en casa no cogí ninguna por lo que tuve que utilizar la cutre-cámara del móvil).


El domingo se levantó un día bastante despejado así que no me lo pensé dos veces y me fuí hacia el camino del área recreativa. Se trata de un recorrido de algo más de 2 kilómetros y medio (2560 metros) que comienza nada más pasar la casa roja, cogiendo el cruce a la derecha y marchando por un camino hasta el área recreativa, y tras pasar al lado del campo de fútbol se vuelve al punto de partida por una carretera que no tiene casi tráfico. La verdad es que el recorrido me gusta bastante porque a un lado puedes deleitarte con vistas sobre las últimas estribaciones de la Sierra del Cuera, mientras por detrás, a lo lejos, es fácil ver las cumbres nevadas de los Picos de Europa. Además por el otro lado además de bucólicas praderas verdes, se tiene una vista muy interesante sobre el Archivo de Indianos, que destaca con su brillante color azul. Encima siempre hay público animándote en silencio, algún perro que te saluda saltando a tu alrededor como si te conociera de siempre, y sobre todo algunos caballos y vacas que te miran intrigados desde sus prados, incluso te puedes encontrar con alguna vaquilla que de repente se anime a correr unos metros a tu lado mientras intenta cruzar la carretera por delante de tí, debe ser que tienen un espíritu muy competitivo y no se resignan a pasar por detrás.

Tras dar 3 vueltas marchando cada vez más rápido, a un ritmo de 5'35'' la primera vuelta, a 5'14'' la segunda y 5'09'' la tercera, decidí terminar con una cuarta vuelta más corta (de 1200 metros) sin llegar hasta el área recreativa, yendo en esta ocasión a un ritmo de 4'55'', y así completar algo menos de 9 kilómetros.

Yo no se si es que estaba dopado por el paisaje pero me encontré muy a gusto, a pesar de haber marchado a un ritmo medio bastante fuerte para mí. Imagino que cuando vuelva a correr por Getafe volveré a la cruda realidad pero es que el paisaje de mi ciudad me inspira más bien poco.

Estadísticas del 12 de Abril:

  • Distancia (metros): 8880
  • Tiempo total: 46' 46''
  • Ritmo (min/km): 5' 16''

miércoles, 8 de abril de 2009

Visperas de un viaje

Mañana nos vamos a pasar unos días al norte, en concreto al este de Asturias, casi en Cantabria, por lo que me espera un largo viaje de varias horas metido en el coche, algo que no es precisamente de mi agrado porque no soy de los que disfruta al volante. Al menos el destino compensa con creces la pesadez del viaje de ida y sobre todo del de vuelta. Por eso, como sabía que mañana no iba a salir a correr y ya iban a pasar muchos días hasta el viernes desde la última salida, he sacado unos minutos para hacer una tirada corta pero intensa.

Desde el primer momento he sido consciente que no iba a poder ir tan rápido como el miércoles pasado, el calor unido al cansancio acumulado del trabajo y a que hoy no estaba especialmente fino, vamos que no era mi día, han hecho que fuera incapaz de mantener un ritmo de 5' durante toda la salida. Aún así he salido bastante fuerte por si sonaba la flauta, así que el primer kilómetro si he conseguido ir a 5 minutos pero ahí se ha acabado todo, a partir de ahí, hasta el tercer kilómetro he ido marchando cada vez más lento, casi 5'10'' el segundo kilómetro y un poco más de 5'20'' el tercero, manteniendo más o menos el ritmo en el cuarto (un poco menos de 5'20'').

El quinto kilómetro he podido recuperar algo aumentando el ritmo hasta algo menos de 5'15'' y en ese momento he decidido que daría una vuelta más y daría por finalizada la jornada de hoy porque no estaba para muchos trotes. La última vuelta, como sabía que ya no habría más después y por tanto podría descansar, me he volcado más aumentando ligeramente el ritmo hasta algo menos de 5' el kilómetro pero ahí me he quedado en unos míseros 4'54'' y siendo completamente incapaz de ir más deprisa.

Parece claro que correr por la tarde después de trabajar, y con temperaturas que empiezan a superar los 20º no es lo que más me gusta, porque las peores sensaciones las he tenido en esas salidas, pero mientras siga sin ser rico me temo que tendré que aguantar con ello.

Si el tiempo acompaña, aunque las previsiones apuntan a lo contrario, la próxima salida será el viernes, ya en Colombres. Ojalá que la lluvia se tome algún descanso y me permita correr por allí, que me apetece bastante trotar otra vez junto a la Casa Roja e ir viendo el Archivo de Indianos a un lado y la Sierra del Cuera al otro.

Estadísticas del 8 de Abril:

  • Distancia (metros): 6060
  • Tiempo total: 31' 10''
  • Ritmo (min/km): 5' 09''

lunes, 6 de abril de 2009

¿Revancha? y tran-tran

Después del sabor agridulce que me dejaron los dos últimos kilómetros de la Intercampus, tenía ganas de "desquitarme" corriendo, aunque fuera una distancia corta, a un ritmo cercano a los 5 min/km, así que el miércoles pasado aprovechando que tenía muy poco tiempo, descontando calentamiento y estiramientos no me quedaba más que 25 minutos, salí con la idea de hacer entre 4 y 5 kilómetros rozando los 5 min/km, que para mí supone ir practicamente a tope.

Las tres primeras vueltas al parque (de algo más de un kilómetro cada una) fuí clavando un ritmo ligeramente superior a los 5 minutos, segundo arriba segundo abajo, sin variar practicamente entre vuelta y vuelta. Las pulsaciones iban bastante aceleradas aunque las piernas iban respondiendo bien, eso sí no hacía más que mirar el reloj porque veía que al final no me daba tiempo a llegar a buscar a mi hija a inglés.
La verdad es que tenía la cabeza más pendiente de las cuentas que de otra cosa, "si mantengo este ritmo puedo hacer otras dos vueltas más y luego me sobran 5 minutos para llegar a la academia, pero como la última vuelta me de un bajón no llego, ... bueno, si después de la cuarta me veo bien de fuerzas hago una quinta, y si me veo justo hago una corta de medio kilómetro".
Al final el cuarto kilómetro lo pasé en algo menos de 5 minutos lo que me animó a completar una última vuelta apretando más hasta unos 4'50'' aún lejos de los 4 y medio de otros momentos pero que al menos me dejaba unas sensaciones más agradables.
Evidentemente sabía que esta salida no era una revancha de la carrera del domingo, no podía serlo, no solo la distancia era la mitad sino además el recorrido del miércoles era completamente llano a diferencia de los últimos 3 kilómetros de la Intercampus que picaban constantemente hacia arriba, pero el hecho de haber corrido 5 kilómetros a una media inferior a los 5 min/km, haber llevado un ritmo constante casi todo el tiempo y haber conseguido mejorar el ritmo en el último kilómetro hacía que, a pesar del cansancio y del estrés acumulado por llegar con la hora justa a la academia de inglés, supusiera un pequeño chute de autoestima, que de vez en cuando no viene mal.

El sábado estuve con la familia en plan "dominguero" en el parque Polvoranca y aproveché mientras paseabamos para reconocer los caminos por los que pasaba la carrera del Club Amigos del próximo 24 de mayo. No se si al final participaré en la carrera pero del paseo me quedaron bastantes ganas por participar, la verdad es que la parte que bordea el estanque es bastante interesante para trotar por ahí, con la laguna y sus patos a un lado y las colinillas verdes (al menos ahora son de ese color) al otro lado, y además todo el recorrido va por caminos de tierra, que para mis rodillas van mucho mejor que el duro asfalto; así que muy probablemente, si no me surge algún compromiso me acabe apuntando y así, de paso, colabore algo con una asociación de ayuda a personas con discapacidad intelectual.

El domingo por la mañana, antes que tocaran zafarrancho, me calcé otra vez las zapatillas aunque en esta ocasión con otras pretensiones distintas a las del miércoles, la idea era trotar tranquilamente durante unos 40-45 minutos sin forzar el ritmo. Como estaba un poco cansado del parque de Castilla La Mancha, me fui calentando hacia el campo de futbol y tomé el camino que sube por detrás de la grada norte, la que da la espalda a la M-45, y lleva en algo más de 2 kilómetros al parque de Andalucía.
Comencé a un ritmo muy tranquilo, ligeramente inferior a los 5'50'' y con unas pulsaciones inusualmente bajas para mí ya que andaban por las 155, al llegar al parque de Andalucía me puse a dar varias vueltas por los caminos del interior del parque aumentando progresivamente el ritmo, y así los dos siguientes kilómetros los hice a un ritmo cercano a los 5'40'' y unas pulsaciones que seguían bastante bajas, sin llegar a superar las 160.
Los dos últimos kilómetros que hice por el parque incrementé un poco el ritmo hasta un poco más de 5'20'', aumentando las pulsaciones hasta las 165. La verdad es que iba bastante cómodo pero preferí no forzar mi oxidada maquinaria así que al finalizar el cuarto kilómetro por el parque (algo más de 6 kilómetros en total) volví a retomar el camino de vuelta hacia el aparcamiento del campo de futbol, y así completar algo más de 8 kilómetros en poco más de tres cuartos de hora a un ritmo medio inferior a los 5'35'' y con unas pulsaciones que casi siempre estuvieron por debajo de las 165, salvo en la corta pero dura subida por detrás de las gradas del campo de futbol que se dispararon por encima de las 175.

Si tengo que valorar la semana por las sensaciones que he tenido le tendría que dar una buena nota pues, aunque no he hecho muchos kilómetros esta semana, en línea con lo que vengo haciendo en los dos últimos meses, por una parte la salida del miércoles me ha persuadido que en cuanto gane un poco más de fondo podré plantearme bajar de los 52 minutos y acercarme a los 51 y por otra parte la salida del domingo, aunque no fuera larga, me ha dejado la impresión que el ritmo de 5'30'' a 5'40'' lo puedo llegar a mantener durante bastante tiempo aunque eso será otra historia, que con suerte, si las rodillas me respeten, la comience después del verano si finalmente me empiezo a plantear el preparar una media (por ejemplo la de Getafe).


Estadísticas del 1 de Abril:

  • Distancia (metros): 5050
  • Tiempo total: 25:04
  • Ritmo (min/km): 4:58

Estadísticas del 5 de Abril:

  • Distancia (metros): 8360
  • Tiempo total: 46:30
  • Ritmo (min/km): 5:34

domingo, 29 de marzo de 2009

12 dias sin correr y de postre una carrera

Entre el trabajo, compromisos familiares y un viajecito a Sevilla aprovechando el puente del 19 de marzo, he estado doce largos días sin darle a la zapatilla, desde el 15 de marzo hasta este viernes que se me ocurrió salir un rato al volver de trabajar, a eso de las 4 de la tarde, para no presentarme el domingo a la Intercampus con tan ridículo bagaje de kilómetros. La verdad es que no tenía mucho tiempo porque a las 5 y media tenía que reunirme con mi pareja, mis hijos y un montón de niños más para hacer una celebración adelantada del cumpleaños de mi hija con sus amigos. Es decir que tenía menos de hora y media para correr algo, ducharme y comer.

Para colmo la temperatura era demasiado alta para mí, yo desde luego no estoy hecho para aguantar 25º cuando aún nos encontramos en marzo, así que con todos los elementos en contra, es decir un agujero, o tal vez habría que llamarle socavón, en el estómago, el calor agobiante y la falta de tiempo que me hacía ir bastante estresado me calcé las zapatillas y me fui al parque vecino a dar unas cuantas vueltas.

Supongo que con más tiempo me hubiera planteado una salida de unos 7 u 8 kilómetros a un ritmo cómodo cercano a los 6' pero como no era el caso tuve que optar por hacer unos 5 km alternando vueltas de 1 km por el perímetro del parque a un ritmo fuerte, con vueltas de medio kilómetro a un ritmo suave para recuperar. Al final fueron 4 vueltas largas a ritmos que iban de poco más de 5 minutos a 5 y medio y tres vueltas cortas a ritmos que estuvieron entre poco más de 6 minutos hasta un poco menos de 7 minutos, en todos los casos yendo de más a menos :( para un total de 5 kilómetros y medio en 31 minutos y medio.

Con ese panorama me presenté el domingo a la Intercampus, que encima esa noche teniamos cambio de hora lo que suponía dormir una hora menos, y unido a que el sábado por la noche tuve reunión familiar hizo que me levantara tras haber dormido solo 6 horas, muy poco tiempo para mi avanzada edad.

Un poco antes de las 9 (la carrera empezaba a las 10) me fui hasta la salida para coger chip y dorsal y como me sobraba tiempo decidí emplear el calentamiento en volver corriendo otra vez a mi casa y dejarles la botella de la bebida para que me la dieran cuando pasara por allí, ya que la idea es que se acercaran al kilómetro 2, que estaba al lado de mi casa, y cuando me vieran pasar se cogieran el metro hasta Leganés para ver el final, teniendo en cuenta mi lentitud les daría tiempo de sobra a llegar antes que yo completara los restantes 8 kilómetros.

Un par de semanas antes había pensado en que podía intentar bajar el tiempo que hice en el Trofeo Edward el pasado septiembre, lo que significaba hacer una media inferior a los 5'15'' el kilómetro, pero teniendo en cuenta lo que no había corrido en esas últimas dos semanas decidí desechar esa idea y pensé que un objetivo algo más razonable podía ser buscar la barrera de los 55 minutos.

Con esa idea me planté en la zona de calentamiento y tras estirar un poco me coloqué en la última fila, bueno tal vez no se puede decir que fuera el último porque a mi izquierda y a mi derecha había algunos más que estaban en la misma línea imaginaria, pero desde luego por detrás ya no había nadie.

Sobre las 10:00 empezamos a movernos y como luego comprobé al comparar el tiempo con el del cronómetro que iba en el coche que abría la carrera debí pasar por el arco de salida con dos minutos de retraso sobre la cabeza, o dicho de otro modo, cuando yo empezaba la carrera los primeros debían haber superado ya los dos tercios del primer kilómetro.

A pesar de la gran aglomeración de corredores (había más de 2000 personas corriendo) pude empezar a correr sin que tuviera que frenar el ritmo y casi siempre se podía encontrar huecos por los que ir adelantando sin llegar a molestar.

El primer kilómetro lo pasé en 5'25'', es decir un poco más rápido del ritmo de 5 y medio que debía llevar para lograr el objetivo y como me sentía bastante ligero incrementé un poco el ritmo, espoleado también por la cercanía de mi familia. Nada más entrar en Juan de Borbón me crucé con la cabeza de carrera que subía por el otro sentido de la calle. Según bajaba, un poco antes del estadio ví a los tres que esperaban en la acera de subida y tras hacerles unos gestos con la mano para que me vieran continué bajando hasta la siguiente rotonda donde dabamos la vuelta y regresabamos por la misma calle. Un poco después pasé el kilómetro 2 en 10'45'' y unos metros más recogí el avituallamiento y me despedí de los críos y mi pareja hasta la meta.

Hasta el kilómetro 6 mantuve el mismo ritmo, segundo arriba segundo abajo, pasando en 32 minutos, un poco antes, nada más pasar el kilómetro 4 tuvimos que superar la primera cuesta seria, en cuanto a pendiente aunque no en cuanto a distancia, ya que se subía el puente que cruzaba por encima de la carretera de Toledo y que conducía hasta El Bercial.

En los dos kilómetros siguientes, hasta el 8, subí ligeramente el ritmo pasando por este último en 42 minutos y medio y empecé a pensar que la marca del Trofeo Edward podía estar a mi alcance, únicamente tenía que hacer los últimos dos mil metros en un poco menos de 10 minutos, algo que ya hice en la carrera de septiembre, pero no contaba con que la ligera pendiente hacia arriba que había comenzado más o menos en el kilómetro 7 y que no terminaría hasta el final, me iba a hacer mella.
Ese kilómetro ví que ya no marchaba nada bien y cuando momentos antes me veía con margen para aumentar el ritmo, en esos momentos me di cuenta que ni siquiera era capaz de mantenerlo, así que me olvidé de intentar bajar de 52 y medio y me agarré a la idea que salvo una desgracia el objetivo inicial de los 55 minutos estaba conseguido de sobra.
Por el kilómetro 9 pasé en 48 minutos lo que daba un último parcial de 5 minutos y medio, que era claramente el peor de toda la carrera. A mitad del último kilómetro noté que empezaba a recuperarme un poco, no mucho, pero sí lo suficiente para aumentar el ritmo y entrar en línea de meta casi esprintando, no sin antes haber "posado" para unas fotos que mi pareja me hizo a falta de 100 metros.
Al final 53 minutos y 20 segundos (55' 25'' tiempo bruto) que es mucho mejor de lo que esperaba, pero mucho peor de lo que había llegado a soñar tras el desarrollo de los 8 primeros kilómetros.

Después le tocó el turno a los niños, que aprovecharon para inscribirse allí mismo en las categorías infantiles, así que me cambié de lugar y me puse tras las barreras para verles correr a ellos.

Al final nos volvimos los 4 en el metro yo con un powerade de color rojo que no tengo muchas ganas de probar su sabor y una camiseta blanca de Diadora (otra más para la colección) y los niños con un par de polos azules con una inscripción de la carrera y en el cuello dos medallas por participar, que sin duda fue lo que más les gustó.


Estadísticas del 27 de Marzo:

  • Distancia (metros): 5555
  • Tiempo total: 31:27
  • Ritmo (min/km): 5:40

Estadísticas del 29 de Marzo (Intercampus):

  • Distancia (metros): 10000
  • Tiempo total: 53:20
  • Ritmo (min/km): 5:20

martes, 17 de marzo de 2009

Amago de cante jondo

Ultimamente tengo bastante abandonado el blog, pero es que desde que me he enterado que los días solo tienen 24 horas no me queda tiempo para nada; así que como voy con prisa voy a poner un breve, más bien fugaz, resumen de mis últimas salidas.

El día internacional de la mujer salí por la mañana a retomar mi trote cochinero, lo de cochinero nunca he llegado a saber si hacía alusión al olor que va dejando mi sudor o se refiere a otra cosa.
Al poco de empezar, y a pesar de ir corriendo por suelos blandos, camino y hierba, empecé a notar que la rodilla derecha empezaba a cantar con sus típicos acordes estridentes, yo no se cantar así que no le puedo pedir a mis rodillas que sean capaces de entonar una melodía sin desafinar, aunque ya que estaban cantarinas preferiría que en lugar de salir con coplas flamencas entonaran algún tema de Peter Gabriel, y si el inglés se les da tan mal como a mí pues me podría conformar con algún tema de Platero, Barricada o Rosendo, pero no, no estaban por la labor, así que me tocó aguantar algunos fandangos bastante desafinados, por suerte era yo el único que escuchaba semejante estropicio.
Aunque la molestia no desapareció tampoco fue a más, por lo que seguí corriendo aumentando ligeramente el ritmo hasta llegar a los últimos 1500 metros a poco más de 5 min/km; como la rodilla me tenía un poco mosqueado no quise forzar esta vez bajando otra vez de los 5 minutos. Salvo por el runrun de la rodilla la salida fue bastante positiva ya que me encontré muy cómodo durante todo el tiempo y con unas pulsaciones que estuvieron casi todo el tiempo entre las 160 y las 165, lo que para mi acelerado corazón suponía un gran triunfo.
Un rato después me reunía con el resto de la familia y nos encaminamos los cuatro al centro de Getafe para participar en una carrera (más bien marcha o sería más acertado llamarlo paseo) muy corta (de unos dos kilómetros y medio) para celebrar el día internacional de la mujer. Llegamos poco después de las 10 y media y tras recoger el dorsal (sin número porque la carrera no era competitiva) y las camisetas de algodón que acabé guardando en la mochila, nos pusimos a esperar tranquilamente a que dieran la salida, mientras el alcalde y otros políticos oportunistas se hacían la correspondiente foto.
A las 11 y pico dieron la salida y como estábamos por el final nos pusimos a caminar, sí, andar porque trotar era imposible. Al final nos fuimos metiendo por las aceras y pudimos ponernos a trotar un poco, eso sí, con varias paradas porque la cría se había hecho daño en la pierna y le dolía un poco, aunque eso no fue motivo para impedir que los últimos 500 metros los hiciera esprintando.

Durante el resto de la semana no pude salir ningún día, unas veces por cuestiones laborales y otras por compromisos familiares, así que el viernes me encontré inesperadamente con un hueco de una hora más o menos y decidí aprovecharlo por lo que me volví a calzar las zapatillas y salí a arrastrarme por los caminos. En esta ocasión la rodilla se mantuvo en silencio, tal vez ofendida por mi opinión sobre sus gustos musicales, pero el caso es que, salvo un leve ronroneo, como el de un gato, no salió nada más de ella. Ese día resultó bastante soso en cuanto a ritmos de carrera, ya que casi todo el tiempo iba marchando al mismo ritmo (cercano a los 5'40''), practicamente clavandolo en cada kilómetro, aunque eso sí, las pulsaciones iban más aceleradas que el domingo pasado, se ve que a mi corazón le gusta más correr por las mañanas. Al final los últimos mil quinientos metros aceleré un poco pero sin forzar demasiado para dejar al final una media algo superior a los cinco minutos y medio.

Habiendo salido el viernes no iba a repetir el sábado (eso de correr dos días seguidos es demasiado para mí) y además ese día teniamos la segunda y última jornada del campeonato local de ajedrez que lo estaban disputando mis niños y los dos tenían oportunidades de conseguir un trofeo en sus categorías. Al final el pequeño se quedó a las puertas de conseguir el tercer puesto entre los prebenjamines mientras que su hermana se hizo con el primer puesto en la de benjamines, lo que supone que además de tener que buscar sitio en casa para su trofeo, tengamos ya comprometidos los dos últimos fines de semana de abril porque se clasificó para el campeonato provincial de Madrid.

Después del éxito de los niños del día anterior regresé a mi triste realidad de paquete, eso sí un paquete padre de unos campeones de ajedrez, que eso no me lo quita nadie :)
El domingo volví a salir por la mañana y en esta ocasión me encaminé hacia el campo de futbol para correr por los caminos que hay entre el estadio y la M45 y cruzarla luego para irme al otro lado de la vía del tren y así cambiar un poco de aires. Entre el kilómetro 1 y el 2 tuve que modificar el recorrido porque me encontré con una valla que me bloqueaba el paso, por lo que a partir de ese momento dejaron de servirme las referencias kilométricas que tenía almacenadas en memoria. Eso hizo que al no saber la distancia que iba recorriendo me lo tomara con mucha calma, con las pulsaciones por debajo de los 160 y "disfrutando" del árido paisaje y de las colinas de residuos ¿orgánicos? que se acumulaban en algunos puntos del camino. Al final tras pasarme por el Parque de Andalucía para oxigenarme un poco y sobre todo olvidar los vertederos por los que había pasado, regresé hacia el punto inicial subiendo la cuestecilla, para mí muro vertical, que escala por detrás de las gradas del campo de futbol. En este punto las pulsaciones se dispararon por encima de las 170 pero es que parecía que había alguien detrás tirando de mí hacia abajo.

Ahora me esperan varios días de inactividad porque ni hoy ni mañana podré salir a correr y después nos vamos de viaje cuatro días así que hasta la semana que viene, si es que encuentro hueco, no podré volver a patear.


Estadísticas del 8 de Marzo:
  • Distancia (metros): 6500
  • Tiempo total: 35:12
  • Ritmo (min/km): 5:25

Estadísticas del 13 de Marzo:
  • Distancia (metros): 7500
  • Tiempo total: 41:42
  • Ritmo (min/km): 5:34

Estadísticas del 15 de Marzo:
  • Distancia (metros): 8070
  • Tiempo total: 46:52
  • Ritmo (min/km): 5:49