Y las rodillas hicieron crash (Nueva web)

domingo, 11 de octubre de 2009

Mudanza

Pues eso que según parece me mudo... bueno, tal vez lo más acertado sería decir que es este blog el que se muda, porque yo, al igual que el jefe de la aldea gala de Asterix, este tipo de actividades las realizo una vez al año, todavía no toca, y además este año al ser impar lo que procede es simplemente darle la vuelta ;)

Llevaba ya algún tiempo con la idea de montar este blog en un dominio propio utilizando, por supuesto, software libre, pero por falta de tiempo lo he ido demorando. Ahora no es que me sobre el tiempo pero al final me he decidido y he migrado todo lo que tengo por aquí en blogger al drupal que he montado, porque lo que tenía muy claro es que utilizaría drupal, ningún otro CMS se me había pasado por la cabeza, y aunque tal vez wordpress esté más orientado a los blogs, mi debilidad por drupal hacía que ni me plantease otras opciones.

De momento creo que tengo migrado todo el texto, a falta de revisarlo. Tengo pendiente llevarme las imágenes y que no tire de las que están alojadas aquí, aunque eso iré haciendo poco a poco.
El nuevo sitio se encuentra en http://trotar.en-getafe.org y como no podía ser de otra manera se sigue llamando Y las rodillas hicieron crash.

martes, 29 de septiembre de 2009

La culpa es de Pedro

Sí, no me gusta nada acusar con el dedo pero creo que ya estoy seguro de quién es el responsable de que no termine de marchar bien y se me atragante cada metro que corro.

La verdad es que me sabe mal, muy mal, porque es un gran amigo desde hace más de 20 años, pero creo que su presencia se está convirtiendo en una pesada carga. Cada vez que corro en su compañía no termino de coger el ritmo deseado, siempre voy más lento, y aunque a veces consigo aumentar algo a medida que pasan los kilómetros no llego a aproximarme al ritmo que me he marcado en mi cabeza.

Yo creo que el problema es que nos pasamos todo el tiempo discutiendo supongo que motivado principalmente por mi incapacidad para entenderle, pero es que habla de unas cosas muy raras, y encima tiene la manía de hacerlo en inglés, cuando sabe perfectamente que no le entiendo.

El caso es que de vez en cuando reconozco algunas palabras sueltas, como cuando me dice que esto es muy monótono y aburrido (Humdrum), y digo yo si le aburre correr que no venga, que yo no le obligo, o cuando me habla de las maravillas del ritmo del calor (Rhythm of the heat) mientras voy chorreando de sudor, pues como no se refiera al ritmo con el que caen las gotas, o cuando le da una neura y me dice que soy un intruso (Intruder), y la verdad es que sí que no soy Bekele, pero tampoco es para denominar intrusismo a lo que hago yo, o el otro día que va y me dice que no hay nubes que está despejado (Cloudless) y miro para arriba y lo veo todo cubierto de nubes, ¿pero tío qué te has fumao? que de lo nublado que está parece de noche, o cuando le da por ir diciendo que va nadando (I go swimming), joer como no nade por el riachuelo de sudor que voy dejando a mis espaldas, y luego encima va y me dice que sufre (I grieve), y yo le respondo que pruebe a correr en lugar de ir colgado de mi oído, que eso sí es sufrir, y el para burlarse de mí me llama bizco, bueno el dice Biko pero es que no pronuncia muy bien la z y yo le respondo que sí, bizco pero de rodillas, pero lo peor fue el otro día que me soltó a bocajarro que llegaba el diluvio (Here come the flood) y yo me puse a correr como un loco para evitar mojarme hasta que me dí cuenta que esa vez sí estaba el cielo sin nubes, y entonces empezó a susurrarme lo de hogar dulce hogar (Home sweet home) así que no tuve más remedio que pararme y volverme a mi casa, porque yo como Felipe II no envié mis naves a luchar contra los elementos y Peter ha resultado ser un "buen elemento".

El próximo día llamaré a Robe o tal vez a Rosendo o a Angus que siempre viene con su amigo Brian, al fin y al cabo ellos no me plantean muchos problemas metafísicos, lo único que suelen hacer es chillarme un poco al oído pero ya estoy acostumbrado y eso hace que acabe corriendo más deprisa, lo que no se es como se lo tomará Peter, espero que no le moleste demasiado porque no me gustaría que se rompiera una amistad de tanto tiempo, por si acaso creo que un día de estos le iré a visitar en la colina de Solsbury (Solsbury Hill) y le diré ven a hablar conmigo (Come talk to me) que no recuerdo (I don't remember) como llegamos a esto, vuelve conmigo a nuestro mundo secreto (Secret world) de trotecillos y susurros.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Missing

No tengo mucho tiempo, y lo que es peor no se si tendré algo de tiempo en el futuro, pero mientras pueda intentaré plasmar aquí los hechos que he vivido durante estos últimos meses, con la esperanza de que sirva de aviso a otros incautos y no caigan en las garras de la O.R.A.

Cuando a mediados de Junio, finalicé con éxito la empresa que me habían encomendado, decidí darme un respiro tomando lo que yo pensaba era un merecido descanso.

Revisando unos folletos que alguien amablemente había introducido por debajo de mi puerta me enteré de la existencia de una comunidad que proporcionaba paz y descanso a gente que estaba en mi misma situación, se trataba de la Orden de los Runnercanos Arrepentidos.

Intrigado, contacté con ellos, pensando que podrían serme de gran utilidad para lograr mi objetivo de mantenerme retirado de los "negocios" durante una parte del verano, y de esa manera acabé en su residencia con la idea de pasar unas tranquilas semanas.

Según pasaban los días notaba que el deseo por correr iba desapareciendo paulatinamente, y que las consignas que recibía por parte de los frailes iban a ser muy beneficiosas para mí; si seguía con ellos no solo me resultaría sencillo no correr durante el verano si no que podría llegar a perder para siempre el deseo de correr.

Empecé a tener alergia a las camisetas técnicas, los dorsales no los podía ni ver, y los pulsómetros me provocaban sarpullidos por todo el cuerpo. Pero yo era feliz, una estúpida sonrisa se había instalado permanentemente en mi rostro.

En cierta ocasión que me permitieron salir a la playa me puse a correr de un extremo a otro sin ningún objetivo, por lo que al volver a la residencia se dieron cuenta que no estaba completamente recuperado de mi mal.

Sin embargo a medida que pasaban los días empecé a ver algunas cosas que me hacían dudar que aquel lugar era el remanso de paz que había imaginado, como aquella vez en que una noche despertamos con el ruido ensordecedor de unas sirenas, mientras se oían por los pasillos los pasos apresurados de los hermanos.
  • ¡Rápido, han ido hacia el ala sur! .- se oía murmurar tras la puerta de la habitación
  • En esa zona está Fray Cansino, se le van a escapar seguro .- respondió una segunda voz alejándose.
  • ¿Son otra vez AA y MF? .- preguntó una tercera voz que parecía correr tras los dos primeros.
  • Esta vez también se les ha unido CM .- respondió la segunda voz cada vez más lejos.

Abrí la puerta y me dirigí silenciosamente hacia el ala sur. Cuando llegué casi me dí de bruces con varios frailes que escoltaban a los 3 que se habían escapado. Solo pude ver la cabeza de uno de ellos, completamente desprovista de pelo, y por los comentarios de los frailes, debía ser el que llamaban CM. Por debajo de las sotanas de los runnercanos se podían ver 3 pares de zapatillas de running que iban tropezandose unas con otras debido sin duda a los empujones que los frailes les iban dando.

Los siguientes días pude enterarme que los tres prófugos eran unos personajes completamente enganchados a la práctica del atletismo de fondo, tras muchos intentos de rehabilitación los habían declarado casos perdidos y procuraban tenerlos encerrados y apartados del resto para no contaminar a nadie, aunque por lo que se pudo comprobar no siempre lo conseguían.

De alguna forma empecé a cuestionar sus métodos, aunque por seguridad me cuidaba mucho de hacer públicas estas reticencias. Al cabo de varias semanas los convencí de que estaba plenamente curado y me permitieron salir organizandome una fiesta en la que todos juntos nos regocijamos con la quema de unas zapatillas Asics y unas mallas cortas del Decathlon.

Sin embargo pude comprobar rapidamente que iban a mantener vigilancia sobre mí para evitar "recaídas".

Al poco de volver a mi casa me presenté en el Hospital donde otro miembro de la Orden, aunque este no llevaba sotana sino la bata blanca de un médico me estuvo mirando y me "condenó" a 2 semanas más de castigo, él utilizó los eufemismos de rehabilitación y de fisioterapia pero yo sabía que se trataba de miembros del gremio de torturadores afectos a la Orden.

Al lunes siguiente comencé esas sesiones de terapia y durante dos largas semanas tuve que aguantar toda clase de vejaciones, como obligarme a pedalear sobre una bicicleta sin ruedas, hacerme levantar las piernas cargadas con pesos, balancearme sobre una tabla en el borde de un precipicio invisible con el convencimiento que en su fondo me aguardaban cocodrilos hambrientos y lo peor de todo las sesiones en las que me conectaban a un aparato y tenía que sufrir continuas descargas eléctricas.

Yo para entonces ya estaba convencido que su intención era no solo apartarme de la actividad de correr, si no también delatar a todos aquellos que como yo estaban contaminados con ese virus, sin embargo aguanté la tortura sin decir absolutamente nada.

Durante todo este tiempo no salí a correr por miedo a que me pudieran pillar, únicamente en el periodo que iba desde que salí del monasterio hasta que comencé la rehabilitación salí un par de días, pero el calor de agosto y algunos sospechosos que me parecía que me vigilaban me hicieron desistir de volver a intentarlo.

El 29 de agosto cuando ya era libre de los torturadores, o eso pensaba yo, lo celebré recorriendo 8 km a un ritmo de 6 min/km y fue entonces cuando entendí las sonrisas de los supuestos fisioterapeutas al despedirme, sin duda me habían introducido algún veneno que me impediría correr, seguro que pensaban que así se me quitarían las ganas pero también fracasaron en esto pues yo sabía que con el tiempo acabaría por expulsar ese veneno.

Aún así estoy convencido que todavía me tienen bajo vigilancia pues en ocasiones me he cruzado con algún personaje que parecía mirarme con disimulo por lo que tendré que seguir atento para evitar que vuelvan a capturarme.

miércoles, 17 de junio de 2009

921

921, solo tres cifras pero que llevaban un significado oculto.
Se trataba del mensaje que me había pasado el grupo especial de Leganés y con el que tenía que averiguar los principales datos para mi próxima misión.

921, algo muy importante se escondía detrás de esos dígitos, y yo lo iba a descubrir con la ayuda de mis conocimientos de numerología que adquirí en el intensivo que hice en "Home Cábala".

En mensajes anteriores ya me habían informado del lugar y el día, por lo que sabía que al día siguiente, 14 de Junio, tenía que estar en Leganés, en el polideportivo que estaba por la zona de El Carrascal, pero me faltaban más datos que sin duda estarían en este último mensaje.

Al multiplicar sucesivamente las 3 cifras hasta llegar a un número de un solo dígito me salió el 8, la hora a la que debía estar en el lugar de encuentro.
El 9 inicial indicaba la hora a la que daría comienzo la operación y el 21 siguiente se refería a que la persecución duraría 21 kilómetros durante los cuales "los malos" intentarían hacer su entrega.
Sumando los 3 dígitos, y nuevamente reduciéndolo mediante sumas sucesivas a un solo dígito me daba 3 que era el número inicial de personas que tendría que vigilar, sin embargo el 21 final del número decía que de las 3, dos de ellas irían juntas y la otra se quedaría sola.
Además el 9 inicial reflejaba también el número de personas (contando malos y buenos) que tendrían un papel, llamemosle estelar, en todo este operativo:
  • los 3 con los que me iba a encontrar
  • otros 2 que apoyarían posteriormente a la que inicialmente quedó sola
  • otros 2 que se unirían durante parte del recorrido
  • un compañero del grupo de Leganés que vigilaría desde una glorieta y yo mismo.

A las 8 llegué convenientemente disfrazado para pasar lo más desapercibido posible. El despliegue de medios del que hacía gala la banda era inmenso, cerca de mil personas uniformadas se concentraban en la zona haciendo más complicada la identificación de los cabecillas.
Al llegar allí ví que algunos capos entregaban un salvoconducto, por lo que me dirigí allí y tras dar mi número clave conseguí mi pasaporte junto a un emisor de señales que debía llevar conmigo en todo momento mientras durara la operación. No le dí ninguna importancia porque no me importaba que me pudieran localizar ya que el objetivo era mantener vigilados a los cabecillas. Tras recogerlo me entregaron también una camiseta que debía ponerme al dar por finalizada la operación, y aunque no me dijeron el motivo supuse inmediatamente que la idea era dificultar la localización de sus líderes en el caso que al final se hiciera la redada.

Un rato después me ví cara a cara con los 3 personajes que debía seguir, se trataba de dos hombres y una mujer que en cierto modo también me reconocieron y acabaron por aceptar el peligroso juego al que todos ibamos a jugar.

Tras contactar con ellos me dí cuenta que quien dirigía todo era Ana, la chica que no participaría directamente en la operación de los 21 kilómetros manteniendose en la sombra con su mochila, que en realidad era un dispositivo de avanzada tecnología con el que coordinaría todo el operativo.
Aunque estaba claro que el cerebro era ella me dí cuenta que si algo ocurría sería alrededor de los otros dos hombres, Rafa, el que llevaba la voz cantante y Dani, mucho más callado y reservado y posiblemente mucho más peligroso.

A las 9 comenzó la operación y ví como la pareja se ponía a trotar al final del grupo de 1000 sicarios que les precedían, por lo que me puse a correr junto a ellos con la intención de no perderles de vista en ningún momento.
Desde el principio me dí cuenta que el papel de Rafa era básicamente el de distración, no hacía más que hablar, con Dani, conmigo, con otros miembros de la banda ya estuvieran corriendo o apartados al lado de la calle, intentando en todo momento distraer mi atención y poder completar la entrega delante de mis narices.
Sin embargo yo me mantuve firme en todo momento, incluso cuando se unieron al grupo otros dos compañeros suyos, que obviamente disimulaban no conocerse pero que se establecía inmediatamente una complicidad que les delataba como algo más que simples extraños.
De esa manera fuimos recorriendo los kilómetros de la operación, dando vueltas y más vueltas cuya única finalidad, deduje, era marearme y hacerme perder la lucidez necesaria para controlarles.
Por supuesto iba registrando en la banda-grabadora que llevaba oculta en mi pecho (disimulada en la banda de un pulsómetro), todo lo que iban diciendo o cantando (como cuando Rafa y otro de los matones se pusieron a cantar un tema de Serrat) pues era muy posible que hubiera algún mensaje oculto que nos diera pistas para detenerles o cuanto menos para truncar sus actos delictivos.

El comportamiento de ellos era claramente muy profesional, y únicamente Rafa perdió los papeles cuando no pudo evitar adelantarse para rendir adoración a sus jefes, postrándose a los pies de Ana y sus dos cuñados que vigilaban todo desde una acera. Yo tomé cuidadosamente nota de la situación, pues esa muestra de sometimiento identificaba por fin a la cúpula de la banda.

Hacia el kilómetro 16 pasamos junto a Quique, mi contacto con el grupo de Leganés, y tal como habiamos pactado le grité una consigna para informarle de como iban las cosas "órdago a pares y juego". Posteriormente cuando le volví a ver al final, me indicó que esa información les había resultado muy valiosa y que estaba seguro que gracias a eso en el futuro obtendrían un gran éxito en la lucha contra esta banda del crimen.

Entre el kilómetro 18 y 19 conseguí uno de los principales objetivos de nuestra contra-operación, Dani dio un trago de la botella con bebida isotónica que le pasé por lo que además del líquido tragó sin darse cuenta unos chips especiales que nos servirían no solo para localizar en cada momento donde se encontraba sino, lo más importante, para analizar su comida y el estado de su aparato digestivo, lo que sin duda nos proporcionaría unos datos importantísimos para el éxito futuro en nuestra lucha contra estos criminales.

Hacia el kilómetro 19, más o menos, Dani empezó a montar un número, tan desesperados estaban con mi presencia que decidieron fingir agotamiento para parar un momento. Yo estaba convencido que intentarían aprovechar ese momento para completar la entrega por lo que hice caso omiso de Rafa cuando intentó por todos los medios que les abandonara "eso es lo que te gustaría, pero me vais a tener pegados a vosotros hasta que terminen los 21" pensé, por lo que me mantuve ligeramente por delante de ellos pero vigilandoles por el rabillo del ojo tal como había aprendido a hacer en el curso de espionaje que hice en CEAC.

En seguida comprendieron que no se iban a librar de mí tan facilmente por lo que volvieron a reanudar el trote y así los 3 juntos llegamos al final de los 21 kilómetros, que ¡era el mismo sitio desde el que habiamos empezado dos horas antes!. Estaba claro que habia frustrado la operación pues ¿qué sentido tiene correr 21 kilómetros para al final llegar al mismo punto de partida?.
Poco antes de terminar Dani me dio la mano en un gesto de reconocimiento aunque también de desafío, como diciendo, "tío, esta vez te has salido con la tuya, pero para la próxima no lo vas a tener tan fácil".
Al acabar, Dani y Rafa se fundieron en un abrazo en presencia de Ana y de los otros dos miembros de "la familia", liberando así la tensión de esas dos horas en las que sus esfuerzos por completar su trabajo se vieron truncados por mi siempre molesta presencia.
Por mi parte yo también me abracé a mis niños y mi pareja que habían ido a recibirme una vez comprobaron que había pasado el peligro.

Tras dar mi informe a Quique me despedí de Dani y compañía, no sin antes retarnos con la mirada para otra ocasión, sin duda ellos confiarán que para la próxima sí conseguirán entregar la mercancía, el mensaje o lo que tuvieran que hacer, sin embargo no lo tendrán nada fácil pues allí estaré yo vigilándoles y evitando sus oscuros tejemanejes.

viernes, 12 de junio de 2009

Mi primera partida de blackjack

El caso es que no se muy bien como ocurrió pero hace algunas semanas me encontré con la posibilidad de apuntarme a una partida de Blackjack, también llamado el juego del 21, y como nunca lo había practicado decidí que ya iba siendo hora.

Además parecía que todo estaba organizado de una forma muy seria, había que inscribirse, bien por internet o presencialmente en las oficinas de Novanca, una confederación de cajas rurales con un horario de oficinas muy amplio, lo que a mí me venía muy bien.

Así que ni corto ni perezoso me presenté una tarde en la oficina de Novanca de la avenida España de Getafe, y allí fuí a apuntarme a la partida.
  • Que venía a lo del 21
  • ¿Lo del 21? -preguntó extrañada la chica que me atendió.
  • Espere un momento -añadió mientras se acercaba a la compañera de la mesa de al lado y le preguntaba "que aquí hay un señor que pregunta por lo del 21, ¿tú sabes de que va eso?", "supongo que será lo de Leganés" respondió su compañera no muy segura.
  • Sí, sí, es en Leganés, o eso me han dicho -les confirmé mientras esperaba en la otra mesa.
  • Pues entonces vaya rellenando este papel y cuando me lo entregue terminamos de formalizar la inscripción.
  • Vamos a ver ¿10 o 21?, pues 21 porque el del 10 ni siquiera lo había oído nombrar.
  • ¿Fecha de nacimiento? mmm, ¿y para qué querrán saber mi fecha de nacimiento? ... ¡anda pero si es que hay categoría por edades! qué curioso, yo nunca había visto algo así.
  • Bueno, ya está relleno, tome el impreso y también el dinero de la inscripción. Supongo que los premios irán en función del número de participantes ¿no?.
  • No, según pone ya están estipulados
  • De todas formas como es mi primera vez no tengo intención de ganar
  • Bueno, todos los que terminen recibirán al final un regalo
  • ¡Qué detalle!, ¡y simplemente con terminar la partida!, ¿y qué regalo es?
  • Pues pone que una camiseta técnica
  • ¿Una camiseta técnica? pero que profesionales que son, supongo que llevará la pajarita incorporada y algún bolsillo especial para guardar las cartas.
  • No se, que yo sepa está hecha de un material transpirable
  • ¿Tanto se suda en el 21? Supongo que será por las apuestas. Yo es que estoy más acostumbrado al mus.
  • Bueno, creo que es algo diferente. ¿Ya sabe que es a las 9 de la mañana?
  • Sí, ya lo había visto, aunque me parece muy pronto para un evento de estas características, desde luego las partidas de dominó siempre las hacemos por la tarde, pero claro esto debe ser distinto.
  • Y tiene que estar al menos media hora antes para recoger el dorsal ...
  • ¿Dorsal?, ¿eso qué es como un smoking o un frac que te dan?
  • ... y el chip ...
  • ¿Chip?, pues yo pensaba cambiar el chip de jugar al mus, no fuera a soltar un órdago en mitad de la partido, pero si ya me dan uno preparado para el 21 menos tengo que hacer
  • ... y también conviene que esté pronto si quiere usar el ropero ...
  • ¡Con ropero y todo! si fuera invierno todavía para dejar el abrigo de pieles pero ahora es que ni una simple americana.
  • ... además cada 5 kilómetros tiene agua para beber ...
  • ¿Agua? yo es que soy más de cerveza, además en esto pega más el whiskie ¿no?
  • ... y esponjas para refrescarse ...
  • Eso ya no me gusta, creo que lo mínimo es que pongan aire acondicionado... mmm... un momento, ¿5 kilómetros?, pero ¿qué forma es esa de medir el tiempo? ¿o es que vamos a estar dando vueltas a la mesa de juego todo el tiempo? creo que voy a tener que descargarme un manual para empaparme bien de las reglas
  • ¿Le ha quedado todo claro?
  • Más bien no, pero no se preocupe que de aquí al 14 de Junio espero ponerme al día con la jerga del blackjack, buenas tardes.

A medida que han pasado los días y se acerca el día de la partida crece en mí la impresión que alguien ha malinterpretado algo y me he acabado por meter en una historia que no espero, de todas formas por si acaso eso del 21 no es lo que creo, yo el domingo me llevo los amarracos y monto una partida de mus, que para eso siempre hay candidatos.

martes, 9 de junio de 2009

¿Y si?

El sordo murmullo se fue haciendo cada vez más audible hasta convertirse en voces roncas que llenaron de miedo el espacio de la nave.
  • No nos obligarás a seguir avanzando.
  • ¿Sois conscientes que os estáis amotinando?
  • Por supuesto, pero preferimos correr los riesgos de un juicio a seguir adelante con este desdichado viaje
  • Pero no hay ningún peligro, podemos seguir un poco más.
  • ¿Y cómo lo sabes? ¿Acaso has estado antes por esos parajes?
  • Bien sabéis que no, pero he leído que algunos pasaron de ese punto y continuaron su viaje sin problemas.
  • ¡Leyendas! ¿y vas a ponernos a todos en peligro por los estúpidos cuentos que lees?. No avanzaremos más, todo el mundo sabe que más allá lo único que hay es un muro contra el que nos estrellaremos rompiéndonos todos los huesos, o bien una caída eterna en un agujero infinito .- respondió uno de los cabecillas de la rebelión intentando levantar la voz por encima del atronador sonido que iba apareciendo por el horizonte.

En ese momento desaparecieron las imágenes oníricas y ante mí aparecieron los últimos metros de la cuesta que sube por detrás del estadio del Getafe, miré el crono y contemplé satisfecho que las pulsaciones volvían a situarse por debajo de los 165 tras el esfuerzo de la subida, unos pocos metros más allá, al llegar al aparcamiento, finalizaría la última tirada larga antes de la media del próximo domingo, algo menos de 16 kilómetros, sin embargo los recuerdos de la ensoñación seguían llenándome de dudas, "nunca pasaste del kilómetro 17, ¿y si como decían los amotinados, al llegar a ese punto me encontraba con un muro que me destrozaría los dientes? ¿y si tenían razón y en ese kilómetro se habría una zanja por la que me precipitaría en una caída sin fin? ¿y si la Tierra era plana?".

En unos pocos días espero poder dar respuesta a estos interrogantes, cuando por primera vez me aventure por esas tierras ignotas que para mí son los kilómetros 17 y siguientes, si es que el calor que se espera para ese día no acaba antes conmigo.


Estadísticas del 4 de Junio:
  • Distancia (metros): 6500
  • Tiempo total: 34' 58''
  • Ritmo (min/km): 5' 23''

Estadísticas del 7 de Junio:
  • Distancia (metros): 15850
  • Tiempo total: 1h 30' 01''
  • Ritmo (min/km): 5' 41''

domingo, 31 de mayo de 2009

Encerrado

Enjaulado es como me sentía este sábado por la mañana cuando salí a correr por el camino que va desde el camping El Escorial hasta Villalba.
Alambradas continuas jalonaban todo el recorrido manteniéndome encerrado en los pocos metros de ancho de la pista, consiguiendo así, supongo, que las reses bravas que pastaban plácidamente en la dehesa, pudieran verme sin peligro para su salud mental.

Tal vez las vallas no fueran tales, y simplemente las hubieran puesto para marcar el camino a seguir, ya que de no existir se corría el riesgo que algún visitante, es decir yo, se despistase, algo bastante posible teniendo en cuenta mis graves problemas de orientación, y acabase perdido detrás de una encina.

En cualquier caso, con vallas o sin ellas, salí el sábado por la mañana y un poco antes de las 8 me puse a trotar por el camino. Por supuesto no tenía referencias kilométricas intermedias, salvo un cruce con un camino privado que estaba hacia el km 2, y el final, bueno mi final, del camino que había fijado en la intersección con la calle de la Media Luna, ya en Villalba, en el km 6.700.
Así, sin esas referencias me planteé la salida en plan tranquilo, pendiente únicamente de las pulsaciones.

La temperatura era bastante agradable, alrededor de los 20º, tal vez menos porque no sentía demasiado calor.
Durante todo el trayecto fui a un ritmo bastante constante, o eso me parecía a mí, al menos las pulsaciones se mantenían por debajo de las 160 fluctuando muy poco, aprovechando que la pista era practicamente llana y las mayores dificultades consistían en algún que otro bache, y en los breves saludos a los caminantes que cada cierto tiempo me iba cruzando. De esa forma fui acercandome poco a poco a Villalba, pasando por zonas en las que las encinas se cerraban sobre el camino proporcionandome una agradable sombra y por otras en las que los árboles habían huído, supongo que por causa del hacha o de la sierra, y por tanto tenía que sufrir el rigor de este Sol que casi parece ya de verano.

Practicamente a los 39 minutos de haber comenzado llegué a la calle de la Media Luna, donde me dí la vuelta y comencé el regreso.
Al poco de salir de Villalba mis tripas decidieron iniciar un concierto al que no me apetecía nada asistir, por lo que durante casi todo el recorrido de vuelta estuve inventándome mil y una escusas para convencerlas que no era el momento más oportuno, y que si esperaban unos pocos minutos estaba dispuesto a presenciar el concierto y a aplaudir a rabiar al finalizar.
De esa forma con una discusión continua en las que sacaron a relucir todas nuestras miserias y reproches como: "a nosotras nunca nos haces caso", "si fueran las rodillas bien que las escucharías", "te avergüenzas de nosotras" y otras lindezas por el estilo conseguí terminar los casi trece kilómetros y medio en poco menos de hora y veinte. Unos pocos minutos más tarde llegué al bungalow donde nos alojábamos y sin pensarlo compré una entrada en un palco para la ópera con la que al final mis intestinos me obsequiaron no sin prometerles antes que les prestaría la misma atención que a las envidiadas rodillas.


Estadísticas del 27 de Mayo:

  • Distancia (metros): 4800
  • Tiempo total: 26' 30''
  • Ritmo (min/km): 5' 32''

Estadísticas del 30 de Mayo:

  • Distancia (metros): 13400
  • Tiempo total: 1h 17' 54''
  • Ritmo (min/km): 5' 49''

martes, 26 de mayo de 2009

Y se hizo la luz... ¿o se apagó?

Hoy, por fin, me han dicho lo que le pasa a mis rodillas.
Después de 8 largos meses con molestias que no me han abandonado en ningún momento, aunque al menos han tenido el detalle de hacerse bastante soportables, me he encontrado al fin con un diagnóstico, o algo parecido.
No se trata de condromalacia rotuliana, tampoco es una tendinopatía rotuliana como había sugerido la de la ecografía, y aunque sí hay una leve tendinitis rotuliana esta no es sino la consecuencia del problema real.
  • Tiene las rodillas bizcas .-me soltó de sopetón la traumatóloga entornando los ojos.
Antes de que continuara hablando me acerqué tambaleante hasta la puerta intentando digerir la noticia, y tras asomarme comprobé que en el letrero no ponía oftalmología sino traumatología, al menos yo no me había equivocado de sala.
Aún así miré a mi alrededor buscando esos cartelitos con letras que se usan para determinar el estado de la vista, sin conseguir encontrar ninguno, parecía que tampoco me había equivocado de especialista, pero entonces ¿por qué me había dicho eso?.
  • ¿Bizcas?, ¿las rodillas?... ¿y es grave? es que verá yo hasta ahora las rodillas no las usaba para ver, si ahora no voy a poder mirar con ellas supongo que eso no me supondrá un trastorno muy grande, al menos no más grande que el que he sufrido sin saberlo toda mi vida al utilizar mis ojos en lugar de las rodillas para ver.
La traumatóloga me puso una mano en el hombro supongo que intentando consolarme y me dijo:
  • Bueno, no podemos arreglar este desaguisado pero al menos sí podemos intentar mitigar sus efectos.
Yo ya me estaba imaginando como quedarían algunas lentillas correctoras o tal vez un par de monóculos y para hacerme a la idea me quité las gafas y las puse delante de las rodillas, primero de una y luego de otra, el problema es que no pude ver nada porque yo sin gafas veo menos que Rompetechos.

Pensé también en poner unos bastones de ciego en las rodillas para que suplieran sus carencias visuales pero el movimiento espasmódico que tenían que hacer para mover el bastón a ambos lados me daba un aspecto excesivamente cómico, por lo que tuve que desechar esa idea.

Al final, ni lentillas, ni monóculos, ni bastones, al parecer la solución podía pasar por algunas sesiones de rehabilitación, que imagino será algo parecido a la cirugía laser que se usa para la miopía. ¿Mira que si además de ser bizcas las rodillas descubren que tienen también varias dioptrías?.

Al salir de la consulta, como no terminaba de creermelo, decidí ponerme a prueba, por lo que cerré los ojos e intenté llegar a la ventanilla de citas guiandome por la visión estrábica de mis rodillas. Sin embargo tras chocarme con varias personas y un par de columnas me dí cuenta que no funcionaba, realmente mis rodillas debían estar muy mal pues era incapaz de ver con ellas.

Ahora me toca esperar dos meses y medio para que me vuelvan a ver y dictaminen el número de sesiones que necesito, que imagino no comenzarán antes de octubre, aunque no se de qué año.
Confío en que la pérdida de visión no vaya a más durante la espera. Por si acaso, durante todo este tiempo, seguiré utilizando rodilleras, al menos así la luz del sol, que todos sabemos lo perjudicial que puede llegar a ser para los órganos de la vista, no fastidiará mucho las rodillas.

Todo esto se traduce en que debería hacer un parón en esto del correr, pero como llevo 8 meses así y en lo que va de año las tuercas y tornillos de las rodillas no parece que estén más oxidadas y tampoco chirrían más que antes, creo que aguantaré alguna semana más, como mínimo hasta la media de Leganés y cuando esta pase ya pensaré lo que hago.

lunes, 25 de mayo de 2009

Que siga la fiesta muchos años más

Las previsiones de tiempo para este domingo no eran muy halagüeñas, lo que hicieron que al final cambiaramos los planes, y al final tuvimos que suspender para otro momento la velada de domingueros que ibamos a tener después de la carrera.

Con esas perspectivas nos levantamos por la mañana sin saber muy bien si la lluvia acompañaría o no, pero en cuanto me asomé por la ventana me encontré con que pocas nubes había y un reluciente Sol se asomaba dispuesto a castigar a los que ibamos a correr el I Cross Popular Club Amigos.

Mientras preparabamos las cosas recibí un mensaje de Dani (de Zapatillas con velcro) que avisaba que no podrían acercarse a la carrera por una indisposición durante la noche, por lo que se tendría que posponer para otro momento el día en el que compartamos una carrera.

Un poco antes de las 9:30 salimos del garaje y el termómetro ya marcaba 20º, mucho más bajo que los que habiamos tenido la semana anterior, pero mucho más alto de lo que yo esperaba y deseaba. Llegamos a eso de las 9:45 y tras dejar el coche en el aparcamiento, que aun estaba bastante vacío, nos dirigimos hacia la zona de salida a recoger chip y dorsal.

Tras dejar a los niños y a mi pareja en la vecina pista de patinaje me puse a calentar un poco y estirar pues seguía con la idea de hacer algunos kilómetros antes para al juntarlos con la carrera tener otra tirada larga.
A eso de las diez y media pasadas me puse a trotar por la calle principal hacia el centro de interpretación. Teniendo en cuenta que tenía menos de media hora, decidí hacer un recorrido corto de poco más de 4 km a un ritmillo muy tranquilo, suponía que marchando a algo más de 6'/km me sobrarían unos minutillos para volver a estirar antes de que dieran la salida.
El principal problema es que no tenía referencias de kilómetros, ya que mi memoria no era capaz de almacenar esa información (llevaba tres posibles recorridos de distinta longitud para elegir en función del tiempo y ganas que tuviera y ya no me quedaba espacio en la cabeza para guardar también las marcas de cada kilómetro).
Así sin referencias decidí trotar por sensaciones procurando no forzar nada y sobre todo disfrutar del tranquilo paisaje que me proporcionaba el parque principalmente la orilla del arroyo y de la laguna.
De esa forma completé el recorrido en poco más de 25 minutos, y cuando acaba de empezar a estirar dieron la salida, se ve que o mi reloj iba atrasado o el de la organización iba adelantado.
Me puse en mi lugar natural, es decir en los últimos lugares y andando tranquilamente pasé por la alfombrilla de salida con un retraso de algo más de 1 minuto.

Al principio resultaba bastante complicado correr pues el camino que se tomaba a la salida no era lo suficientemente ancho para absorber tal cantidad de gente, aún así fuí poco a poco adelantando y cogiendo mi ritmo que confiaba no fuera muy rápido, de hecho había prescindido de la música que suelo escuchar en carreras (normalmente AC/DC) y la había sustituido por Peter Gabriel.
Durante esa primera vuelta la única marca de kilómetro que ví fue la del 2/7, por donde pasé en poco más de 11 minutos, más rápido de lo que quería pero tampoco era un ritmo excesivo.

Entre el kilómetro 3 y 4 pasé por primera vez junto a la pista de patinaje, donde estaba mi familia por lo que me desvié ligeramente para chocar la mano de los tres, y de paso recargar mis reservas de adrenalina con sus ánimos.

Un poco más adelante, supongo que pasado el cuarto kilómetro, cuando iba bordeando el estanque me adelantó un tiarrón que iba animando a alguien que iba unos metros más atrás, al fijarme en su cara reconocí el rostro de alguien a quien solo había visto en algunas fotos en internet, "Casi" del foro de Novat08, y que hacía pocas semanas había completado su primera maratón. Aproveché el momento para saludarle y coger su estela que pude seguir a duras penas hasta el kilómetro 7 en que tuve que dejarle marchar junto a su cuñado. En esos 3 kilómetros había incrementado el ritmo más de lo que quería, así que aflojé un poco pues no era mi intención cebarme, al fin y al cabo la idea de hacer 4 kilómetros previos era para trotar al final a un ritmo constante pero no asfixiante.

Hacia el 8 y medio volví a pasar por mi particular avituallamiento de ánimos y tras otro choque de manos y darle una voz a mi hijo pequeño para que no me siguiera pues había empezado a correr mientras decía "me voy contigo papá", encaré los últimos metros de la prueba.

Llegando al 9 adelanté a un chaval, imagino que voluntario del Club Amigos, que empujaba una silla de ruedas en la que iba otro de los participantes, la verdad es que me quedé asombrado por el mérito de ese chico que llevaba 4 kilómetros (supongo que 4 porque si encima llevaba 9 sería no para aplaudirle sino para hacerle un monumento) empujando de una silla de ruedas con todo lo que debe pesar.

Seguimos bordeando el estanque y justo en la curva que precedía a la recta de llegada me encontré con los niños que me escoltaron hasta la misma meta, así que no me quedó más remedio que hacer un tímido sprint para que ellos también pudieran hacerlo pues es lo que más les gusta de las carreras.

El reloj marcaba 55'53'' cuando pasamos sobre la alfombra, que al descontar el minuto largo de demora en la salida dio un tiempo neto de 54'49'', más rápido de lo que me hubiera gustado pero reconozco que me cuesta mucho controlarme en carrera.

A la vista del resultado y del recorrido tengo muy claro que esa carrera era la ideal para haber intentado bajar de los 52' pero no me arrepiento de haberme decidido por ir más lento a cambio de hacer unos kilómetros más, como mínimo me da más confianza de cara a la media de Leganés. Además para bajar mi tiempo de 10km ya habrá otras carreras.

Lo que si tengo claro es que si repiten esta carrera volveré a participar en ella por varias razones:
  • me encanta correr por el parque Polvoranca
  • la organización estuvo muy bien, salvo pequeños detalles que seguro pulen en el futuro
  • los 6 € que cuesta me parecen una buena inversión al ir destinados a una asociación (Club Amigos de Alcorcón) que trabaja para ayudar a personas con discapacidad intelectual.

Después de recoger bebidas bolsa y descansar un poco, nos volvimos a casa sin opción a probar la paella post-carrera pues al final la reunión de domingueros quedó transformada en una velada casera.

Estadísticas del 20 de Mayo:

  • Distancia (metros): 6500
  • Tiempo total: 38' 23''
  • Ritmo (min/km): 5' 55''

Estadísticas del 24 de Mayo:

  • Distancia (metros): 4300
  • Tiempo total: 25' 35''
  • Ritmo (min/km): 5' 57''
  • Distancia (metros): 10000
  • Tiempo total: 54' 49''
  • Ritmo (min/km): 5' 29''



viernes, 22 de mayo de 2009

Clasificación de corredores

Al hilo de unos comentarios en Zapatillas con Velcro, y en un alarde sin precedentes de mi solitaria neurona me puse a pensar (es una forma de hablar, tampoco hay que tomárselo en serio) en los distintos tipos de corredores que existen según su formación (o más bien deformación) profesional o académica.

Así, en una primera aproximación, y siendo consciente que se quedarán muchos en el tintero nos podemos encontrar con la siguiente tipología:
  • El psicólogo.- Sale a correr con la intención de tumbarse en el diván a contar sus sensaciones a su muñeco de peluche, pero inmediatamente regresa pues es incapaz de esperar tanto tiempo sin confesarse y autoanalizarse.
  • El filósofo.- Mientras corre piensa en el sentido de cada zancada que da, si realmente le aproxima o le aleja de su objetivo o si como intuye le conduce siempre al punto de partida, lo que le lleva a cuestionar el objeto real de salir a correr.
  • El filólogo de lenguas clásicas. Se pasa toda la sesión estudiando el origen de las palabras fartlek y mizuno, y como no puede llegar a determinar si sus raices son griegas o latinas decide abandonar y acaba por refugiarse en la biblioteca para releer "La Ilíada", por supuesto en su idioma original.
  • El historiador.- Antes de salir a correr investiga los orígenes reales de esta actividad para darse cuenta que en sus comienzos, estaba íntimamente ligada a las primeras luchas por el poder en el seno del clan, para pasar posteriormente a ser una digna actividad de los nobles románticos y convertirse finalmente en un intento de hacer que la masa popular corra sin ningún sentido hacia ningún lugar, lo que le lleva a la conclusión de quedarse en su casa para escribir un ensayo sobre "la utilidad de las carreras populares como forma de control por parte de las clases dirigentes".
  • El informático.- Planifica hasta el más mínimo detalle cada una de las salidas, la ruta por donde va, el perfil de la misma, el tiempo de paso por cada kilómetro, el peso que debe tener al empezar y cuánto debe perder al terminar, sin embargo 5 minutos antes de salir le mandan a comprar el pan, tiene que esperar 20 minutos por la cola que hay, 20 minutos más porque se les ha acabado y tienen que reponerlo, cuando vuelve se encuentra con un vecino plasta que le entretiene otros 15 minutos para contarle lo que pasó en la última reunión de la comunidad. Cuando finalmente sale, con una hora de retraso, se da cuenta que solo lo quedan 45 minutos para hacer los 8 kilómetros que marcaba su plan, así que se salta el calentamiento y los estiramientos, lo que hace que al poco de empezar se casque y tenga que volver a su casa a ponerse hielo en las maltrechas piernas mientras piensa "para el próximo día tengo que planificarme mejor".
  • El informático veterano.- Tiene un vago recuerdo que una vez corrió varios kilómetros seguidos, aunque tal vez no fuera más que un sueño, por lo que ha planificado una tarea diaria que hace una copia de ese recuerdo en el día actual, así cuando llega por la tarde a casa, después de una jornada de trabajo, se encuentra con el recuerdo reciente de haber corrido también ese día esos kilómetros, por lo que acaba dandose un homenaje con unas cervecitas y una ración de oreja, y todo ello sin sudar por el esfuerzo. ¡Qué gran descubrimiento fue el cron!
  • Matemático por inducción.- es capaz de correr 10, 20, 30 kilómetros o los que sean sin correr realmente ninguno, porque da el primer paso, luego se monta en un coche que le lleva hasta otro punto del recorrido y comprueba que desde ahí puede dar otro paso, lo que demuestra que es capaz de dar todos los pasos necesarios para completar la distancia que sea.
  • Matemático por reducción al absurdo.- cuando va a salir a correr se dice:
    1. supongamos que no puedo correr
    2. si no puedo correr tendré que ir andando
    3. salgo a la calle y llego al paso de cebra
    4. mientras cruzo veo que viene hacia mí un coche sin intención de parar
    5. corro los dos metros que me quedan hasta la acera, pero esto entra en contradicción con la premisa inicial, por tanto queda demostrado que sí puedo correr, de lo que se deduce el siguiente corolario:
      • como acaba de quedar demostrado que sí puedo correr mejor nos quedamos tumbados en el sofá y así no corremos el riesgo de ser atropellado.